Con menos presión por parte de los precios internacionales, retraso relativo del dólar oficial y menores aumentos en precios y servicios regulados, aunque con fuerte inercia y el impacto de las paritarias, se estima que la inflación en el segundo semestre será inferior a la del primero. En junio rondaría el 3 por ciento, en una línea similar aunque algo por debajo de la marca de mayo, que se ubicó en el 3,3 por ciento. Para el conjunto del año la expectativa se mantiene en un rango del 40 al 50 por ciento.

La inflación de mayo fue de 3,3 por ciento y la acumulada en el año asciende a 21,5 por ciento a nivel nacional, según el Indec. Si bien el incremento de mayo siguió bien por encima de la expectativa que el oficialismo tenía hace unos meses, se trató de la menor suba desde noviembre del año pasado. 

"La volatilidad de la inflación en el último año y medio fue notable: 3 por ciento promedio mensual antes de la pandemia, 2 por ciento mensual durante la cuarentena de abril a septiembre 2020 y casi 4 por ciento por mes luego del desconfinamiento", describe la consultora Equilibra, que dirige el economista Martín Rapetti.

De acuerdo al ministro de Economía, Martín Guzmán, "la pauta que esperamos en materia de inflación para junio es algo similar a mayo y luego seguirá bajando" y aclaró que "no hay una expectativa de que haya una devaluación después de las elecciones".

"A corto plazo hay un aspecto complejo que posiblemente ralentice el proceso de desaceleración. Se trata de la salida definitiva del programa de Precios Máximos, que tiene impacto en los precios de los alimentos en junio. Pero por fuera de de eso, no vemos en el corto plazo un regreso a niveles de inflación del 4 por ciento. Las anclas de tarifas y tipo de cambio están funcionando y los precios relativos ya se han acomodado luego de las medidas de emergencia relacionadas a la pandemia. Eso, junto a la definición de tarifas y el poder de fuego del BCRA para atajar posibles movimientos disruptivo en el escenario preelectoral configuran las condiciones para que se mantenga el proceso bajista en la evolución de los precios", considera Sergio Chouza, economista de la Universidad de Avellaneda.

Se calcula que en la primera mitad de junio, la salida de productos de Precios Máximos ubicó a la inflación en alimentos en el orden del 3,9 por ciento mensual. El programa fue sustuido por una ampliación de Precios Cuidados y el nuevo "Súper Cerca", con 70 precios congelados hasta fin de año en comercios de cercanía.

Para Matías Rajnerman, de Ecolatina, considera que "la inflación seguirá a la baja en junio y es probable que se ubique más cerca del 3 por ciento. A partir de un dólar oficial subiendo poco y tarifas congeladas, la suba de precios se moderará. En el segundo semestre, es probable que esta baja se estire, pero dependerá de qué pase con la reapertura de paritarias. El gobierno está considerando ir a un nuevo escenario de mayor nominalidad, donde habrá más salarios y más precios, y eso podría cortar la baja de la inflación".

Con un 21,5 por ciento de inflación acumulada en cinco meses, no hay agente que apueste a que se cumpla la meta anual del 29 por ciento definida en el Presupuesto 2021. El último informe de expectativas de mercado que publica el BCRA en base a la previsión de las consultoras ubica a la inflación anual en el 48,3 por ciento. El último informe de expectativas del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Di Tella ubica ese número en un 50 por ciento.

"Proyectamos que la inflación rondará el 47 por ciento en 2021. Teniendo en cuenta que la inflación acumularía una suba en torno al 25 por ciento en el primer semestre, la suba de precios debería promediar alrededor de 2,7 por ciento entre julio y diciembre para alcanzar nuestra proyección, algo que podría lograrse utilizando el tipo de cambio y las tarifas como ancla, a costa de postergar ajustes para el año entrante. Por este motivo, es difícil que también en 2022 la inflación esté por debajo del 40 por ciento", difundió Ecolatina.

Para el segundo semestre, la consultora Equilibra "prevé una menor presión de las materias primas, la reapertura de paritarias de gremios que cerraron subas inferiores al 35 por ciento anual y un deslizamiento del tipo de cambio oficial por debajo del 2 por ciento mensual, con brecha cambiaria en torno del 75-80 por ciento y menores incrementos en precios regulados. A partir de estas conjeturas, proyectamos para el segundo semestre una inflación apenas por debajo del 3 por ciento y del 47,5 por ciento para el año".