La provincia de Buenos Aires calcula que el 31 de julio va a tener vacunados, al menos con una dosis, al 100 por ciento de los inscriptos mayores de 18 años. Ya hay 37 municipios, todos distritos más bien chicos, en los que ya se completó la vacunación de los inscriptos y el proceso avanza ahora hacia los municipios grandes. Se necesitará vacunar más de 120.000 bonaerenses por día, algo muy factible: el sistema de vacunación está superando los 170.000 algunos días. En CABA, arrancó con todo la aplicación a los porteños de 35 a 39 años y es probable que el viernes 9 se abra la inscripción para los de 30 a 34 años. En el peor de los casos, será el martes 13. En cuanto a las segundas dosis, es público que se acordó reducir la distancia a 21 días en el caso de Sinopharm y 60 en el caso de Oxford/AstraZeneca. Respecto de ambas vacunas, hay dosis suficientes y llegarán todavía más. La mayor dificultad es con la segunda dosis de Sputnik, en la que también se quiere ir reduciendo la distancia a 60 días. El ritmo dependerá de la llegada de un avión esta semana con segundas dosis de la vacuna rusa y, tal vez antes de fin de mes, con una partida terminada en el Laboratorio Richmond, en el Gran Buenos Aires. Al mismo tiempo se avanza en el estudio de la combinación de vacunas.

Aviones

Más allá del ruido que producen los grandes medios y la oposición respecto de Pfizer, Moderna y Johnson&Johnson, la Argentina tiene una enorme provisión de dosis en julio,  y la tendrá también en agosto y septiembre.

*Este domingo llega un nuevo vuelo de Aerolíneas Argentinas con 768.000 dosis de Sinopharm.

*A principios de la semana debería llegar un avión de carga desde Estados Unidos con más de un millón de dosis de Oxford/AstraZeneca, con la sustancia activa fabricada en Argentina, en el laboratorio mAbxience de Garín y terminadas en Albuquerque.

*También esta semana vendrá un nuevo vuelo desde Rusia. La promesa es que lleguen 600.000 dosis 2, pero la producción de la vacuna del Instituto Gamaleya va teniendo alteraciones, de manera que habrá que ver qué es lo que traen los aviones de Aerolíneas.

En cualquier caso, en los cuatro primeros días de julio ya llegaron dos millones de dosis y vendrán 15 millones en todo el mes.

Contratos

Tras el DNU presidencial -con un texto acordado con los laboratorios norteamericanos y el gobierno de Washington- se avanza en el diálogo para la firma de contratos y luego las autorizaciones que faltan de la Anmat. La única vacuna con visto bueno es la de Pfizer, parte de cuya Fase 3 se hizo en el Hospital Militar de Buenos Aires bajo la conducción del médico argentino Federico Pollack. Sin embargo, falta todavía la autorización clave a la que apunta la Casa Rosada: el uso de Pfizer para menores de edad. La previsión es empezar a vacunar a chicos recién en agosto o septiembre: la prioridad son los mayores, donde están los riesgos, pero como los menores contagian, es fundamental vacunarlos.

Una vez firmados los contratos y con las autorizaciones de la Anmat, vendrían, primero, dos millones de dosis donadas por el gobierno de Estados Unidos. En segunda instancia podría haber una provisión de dosis del programa Covax de la Organización Mundial de la Salud y, en tercer lugar, se firmarían contratos de compra de las dosis para que la Argentina tenga en cartera casi todas las vacunas disponibles internacionalmente.

Vacunación

El Ministerio de Salud de la Nación informó que este viernes se batió el record de vacunación: 471.000 argentinos pasaron por los vacunatorios en un solo día. Es un ritmo mayor al uno por ciento de la población, superior al día más intenso de vacunación en Estados Unidos.

El ministerio de Salud bonaerense, que lideran Daniel Gollán y Nicolás Kreplak, emitió más de un millón de citaciones para los próximos cuatro días. El cálculo es que antes de fin de mes estará vacunada la totalidad de los bonaerenses, mayores de 18 años, que se inscribieron: 9.600.000. La población total de la provincia de Buenos Aires de mayores de edad es de 12.500.000, por lo que está inscripto el 77 por ciento. Pero todos los días se están inscribiendo alrededor de 40.000 personas, de manera que al 31 de julio se superará el 80 por ciento. Después habrá que salir a convencer al resto.

Durante la semana que empieza, hay distritos bonaerenses en los que se cita primordialmente a personas de más de 40 años, pero en otros municipios a ciudadanos de 30 a 39 y aún menos. Hay 37 distritos en los que ya se vacunó a la totalidad de los inscriptos.

La provincia de Buenos Aires está aplicando segundas dosis, pero su estrategia es privilegiar a quienes todavía no recibieron la primera dosis, para darles una protección inicial. Se respetarán los plazos diseñados el viernes por la Comisión Federal de Salud, es decir que cuando se cumplen los 21 días de Sinopharm o los 60 de AstraZeneca se hacen las citaciones. No se anticipan más que eso. De todas maneras, ya hay numerosas convocatorias a completar la vacunación.

En la CABA

En CABA los inscriptos de 35 a 39 años superaron los 95.000 entre el viernes y el sábado. Es la inmensa mayoría de los que faltan de esas edad, ya que buena parte ya se vacunó como personal de la salud, la seguridad o la educación.  El distrito porteño está en condiciones de vacunar unas 30.000 personas por día, de manera que la aplicación de la primera dosis a todos los inscriptos va a demorar pocos días.

El ministerio que lidera Fernán Quirós, no obstante, está tratando de adelantar la aplicación de segundas dosis, incluso aunque no se hayan cumplido los dos meses de AstraZeneca. Eso puede demorar algo la convocatoria a los de 30 a 34 años, aunque todo indica que ocurrirá esta semana, el viernes 9 o, a más tardar el martes 13. El distrito porteño también está seguro que termina de vacunar a todos los mayores de 18, inscriptos, antes del 31 de julio. 

Hay cuatro provincias que ya vacunan a personas de 18 años, Chaco, Chubut, Jujuy y Salta. Pero es cuestión de semanas que en todo el país se estarán aplicando dosis a personas de esa edad que se inscribieron. En agosto habrá que salir a buscar, en los barrios y en las casas, al pequeño porcentaje que queda sin vacunar.