Phoenix Suns y Milwaukee Bucks, dos franquicias que regresaron a los primeros planos esta temporada, iniciarán este martes la búsqueda del anillo de campeón de la NBA, en una serie final al mejor de siete juegos a la que llegaron de manera sorpresiva tras la eliminación de los principales favoritos. El primer partido de la llave se jugará el martes desde las 22, con televisación de la cadena ESPN, en el Phoenix Suns Arena, debido a que el conjunto dirigido por Monty Williams cuenta con ventaja de localía por su mejor ubicación en la fase regular. Los otros tres juegos asegurados se disputarán el jueves 8 (a las 22), domingo 11 (21) y miércoles 14 (22). De ser necesarios, los encuentros siguientes tendrán lugar el sábado 17, martes 20 y jueves 22.

Phoenix, verdugo de los Denver Nuggets del cordobés Facundo Campazzo en las semifinales de Conferencia, se clasificaron segundos en el Oeste, detrás de Utah Jazz -el mejor equipo de la etapa regular-, que se despidió anticipadamente junto a otros candidatos como los Lakers de LeBron James -últimos campeones- y los Nets de Kevin Durant, James Harden y Kyrie Irving.

La franquicia de Arizona se topa frente a su gran posibilidad de coronarse campeón del básquet estadounidense por primera vez en su historia, tras perder las dos finales disputadas en el pasado. Su primer intento fallido fue en la temporada 1975/76 cuando, con el escolta Paul Westphal como figura, perdió ante los Boston Celtics (4-2) del base Jo Jo White y el alero John Havlicek; y en 1992/93 se frustró por segunda vez con idéntico marcador ante los Chicago Bulls de Michael Jordan, con un recordado equipo liderado por el carismático Charles Barkley y dirigido por Westphal.

El sueño de los Suns va de la mano de Chris Paul, un excepcional base de 36 años que nunca pudo festejar un título en sus 16 años de carrera con pasos por New Orleans Hornets, Los Ángeles Clippers, Houston Rockets, Oklahoma City Thunder y Phoenix. Paul, once veces elegido para el All-Star Game de la NBA, es el quinto jugador de la historia -el mejor en actividad- en la estadística de asistencias y robos.

A Milwaukee también se le abre una chance imperdible para colocarse el anillo por segunda vez, a medio siglo del primero que consiguió con la magia del legendario Kareem Abdul-Jabbar. Los Bucks, terceros del Este, avanzaron a su tercera final -la otra fue con derrota ante Boston en 1974- luego de eliminar a Miami Heat (4-0), Brooklyn Nets (4-3) y Atlanta Hawks (4-2) en la Conferencia.

Un gran porcentaje de sus aspiraciones se vinculará con el estado físico de su alapivote Giannis Antetokounmpo, ganador del premio MVP (Jugador Más Valioso) en dos ocasiones, quien sufrió una hiperextensión de la rodilla izquierda ante los Hawks y se perdió los últimos dos juegos. El griego, cuya presencia está en duda, es el factor decisivo de la franquicia de Wisconsin con un promedio de 28,1 puntos, 11,0 rebotes y 5,9 asistencias en la temporada.

De todos los jugadores que saltarán a la cancha mañana sólo uno conoce la experiencia de jugar una final del NBA: el alero Jae Crowder (Suns), integrante del último subcampeón Miami Heat. Otra curiosidad de la serie la aporta el escolta de los Suns Torrey Craig, que arrancó la temporada en Milwaukee y luego fue traspasado a Phoenix, por lo que integrará la nómina del plantel campeón sin importar el resultado de la serie.