El Gobierno Nacional dispuso una ampliación progresiva del cupo de argentinos que pueden ingresar al país. El nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que extenderá hasta el 6 de agosto las actuales medidas restrictivas para mitigar los contagios y muertes provocadas por la pandemia, ahora flexibiliza semanalmente el número de 600 pasajeros –argentinos o residentes en el país que regresan desde el exterior. Medida que se había establecido para tratar de retrasar el ingreso de la variante Delta del coronavirus –-cuya circulación comunitaria azota a diferentes regiones del mundo-- mientras avanza la campaña nacional de vacunación. Esta semana se ampliarán los ingresos hasta 5200 plazas, subirán a 6300 a mediados de mes y a 7000 semanales la última semana de julio y la primera de agosto, lo que representa mil personas diarias

La medida regirá a partir de este sábado y con el siguiente escalonamiento: 5200 plazas para la semana del 10 al 16 de julio; de 6300 para la semana del 17 al 23 de julio; y por último, 7000 para las semanas del 24 al 30 de julio y del 31 de julio al 6 de agosto. Respecto a las embarcaciones, se fijó el ingreso desde Uruguay de dos buques de pasajeros semanales, con aforo de hasta el 50 por ciento.

El nuevo DNU que tendrá vigencia hasta el 6 de agosto, mantiene las fronteras cerradas al turismo y suspendidos los vuelos provenientes del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Chile, Brasil, India y países africanos.

Quienes regresen del exterior están obligados a aislarse en los lugares que determinen los gobiernos provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) durante 10 días. Además, se especificó que todos deberán hacerse un testeo para poder abordar el avión con destino a la Argentina, otro al llegar al país y un tercero al séptimo día de ingreso. Los pasajeros que resulten negativos, deberán cumplir con el aislamiento y realizarse un nuevo test para finalizarlo. En el caso de los positivos, deberán someterse a otro testeo de secuenciación genómica y, junto con sus contactos estrechos, cumplir aislamiento en los lugares que indiquen las autoridades nacionales, hasta su traslado seguro hasta la residencia si correspondiera. Los testeos y la estadía en los lugares de aislamiento estarán a cargo del pasajero.

Durante ese período, se controlará a quienes regresaron de viaje que cumplan con el aislamiento en sus domicilios. En caso de verificarse incumplimientos se radicarán denuncias penales, de acuerdo con los artículos 205 y 239 del Código Penal, por violación a medidas contra epidemias y desobediencia a autoridad pública, con penas de seis meses a dos años de prisión y de 15 días a un año, respectivamente.

En tanto que para el ingreso autorizado como excepción por Migraciones, a través de pasos terrestres, la jurisdicción provincial deberá disponer corredores seguros. Los extranjeros no residentes que ingresen a desarrollar trabajos esenciales, con autorización de Migraciones, deberán cumplir con el aislamiento establecido.

Las provincias deberán controlar el cumplimiento del aislamiento de las personas ingresadas desde el exterior. En cuanto a transportistas y tripulaciones terrestres, los extranjeros y nacionales deberán contar con testeo de Covid negativo que tendrá una vigencia de siete días de realizado. En el casos de los buques, los extranjeros deberán permanecer embarcados y no contarán con relevo en el país; los nacionales tendrán que realizar un testeo de antígenos dentro de las 72 horas de ingreso.

"Se recomienda a todos los argentinos/as y residentes no viajar al exterior, especialmente a aquellos que integran los grupos de riesgo, a fin de evitar las dificultades y condiciones sanitarias exigidas al reingreso, considerando la rápida evolución de las condiciones epidemiológicas", reiteró en un comunicado la Dirección Nacional de Migraciones a cargo Florencia Carignano. Los transportistas internacionales y los operadores turísticos deberán informar a los usuarios las restricciones vigentes, las condiciones fijadas por cada jurisdicción en la que resida el viajante y la posibilidad de que las mismas sean modificadas según la situación epidemiológica. Deberán también procurar flexibilidad en la reprogramación de fechas de viajes, para facilitar el cumplimiento de la recomendación de diferir viajes no esenciales.