Lxs denunciantes del cura Rubén Agustín Rosa Torino manifestaron conformidad con la condena obtenida, aunque esperaban que le dieran más años. Ahora Y. G. y J. A. quienes también denunciaron al sacerdote Nicolás Parma por abuso sexual se esperanzan con que la sentencia obtenida contra el fundador del instituto religioso "Hermanos Discípulos del Jesús de San Juan Bautista", se tome como precedente en el juicio que se realizará en octubre en Río Gallegos.  

Este jueves, los jueces de la Sala IV del Tribunal de Juicio condenaron al sacerdote Rubén Rosa Torino (67) a la pena de doce años de prisión efectiva por resultar autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser ministro de culto reconocido en perjuicio del ex novicio Y.Y. y de la exmonja V.Z., y abuso sexual simple agravado por ser el autor ministro de culto reconocido en perjuicio del exnovicio A.J.A., en concurso real.

"Escuchar la condena de 12 años fue muy aliviante. Me saqué un peso de encima, lograr que tenga cárcel común es importante. (Rosa Torino) ratificó que no tenía prisión domiciliaria. Creo que fue importante que tenga una buena sentencia. Esperábamos una un poco más elevada. Es increíble haber llegado a este momento, pasamos por mucha espera. Nuestras ilusiones y esperanzas se iban desvaneciendo pero vimos como se iba dando todo para una condena (...) Con nuestra valentía y verdad pudimos darle cárcel común", manifestó J. A. a Salta/12.

La exmonja V.Z. expresó a Salta/12 que el proceso judicial "fue difícil a nivel emocional porque no solo fue volver a recordar hechos dolorosos sino volver a contactarme con hermanos, que no veía ni hablaba, cargados de muchas situaciones fuertes vividas".

"El acompañamiento de (la fiscala) Simesen (de Bielke), de los medios y de las organizaciones nos sostuvo muchísimo y creo que sin ellos no hubiera sido igual. Por otro lado la sentencia si bien no comprendo los tecnicismos ni las leyes me dio la tranquilidad de que por fin esta persona por un tiempo no va a lastimar a nadie más", manifestó V. Z.

J. A. también dijo que se sintieron acompañadxs "por las organizaciones sociales, por los medios amigos, que tuvimos garantizando que el juicio lleve el contenido legal y legítimo que debe tener. Garantizando el debido proceso institucional".  

J. A. dijo que esperan conocer los fundamentos de la sentencia y que van a acompañar a la fiscala si plantea una apelación respecto a la cuantificación de la pena, ya que ella había pedido 22 años de prisión. Sin embargo valoró que lxs jueces no hicieran lugar al requerimiento de la defensa respecto a la prescripción de la causa iniciada por la denuncia de V. Z.  y al planteo de inconstitucionalidad en la calificación del abuso sexual gravemente ultrajante.

"Estamos a la espera de nuevas denuncias y más gente", expresó J. A., quien consideró que el hecho de que lxs juecxs dejaran "de lado la prescripción", servirá para otras víctimas se animen a denunciar a Rosa Torino o a otros curas. Por eso manifestó que la sentencia sirve "para que las víctimas puedan tener la alegría de saber que hay un abusador menos en las calles de Salta". 

J. A. contó que lxs integrantes de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, están muy contentxs por la condena. Destacó que lxs tres denunciantes tuvieron el apoyo de la psicóloga Liliana Rodríguez y de otrxs sobrevivientes de abuso. "Esto va a marcar un antes y un después en Salta", consideró.

En Salta, Y. G. y J. A. habían radicado la denuncia contra Rosa Torino y contra el cura Nicolás Parma por abusos sexuales cometidos contra ellos en Puerto Santa Cruz. La denuncia contra Parma fue remitida a Río Gallegos donde se tramita. El cura está detenido luego de que lo apresaran en la provincia de Tucumán cuando permanecía prófugo. 

J. A. dijo que llamó a las autoridades judiciales en el sur, y le informaron que el juicio contra el sacerdote empezará el 5 de octubre en Río Gallegos. "Nos vamos a ir preparando. Es difícil retomar todo lo que conlleva un juicio", expresó J. A.

El denunciante espera que el tribunal que juzgará a Parma tenga en cuenta la sentencia obtenida en Salta contra Rosa Torino, fundador de la congregación religiosa que los envió siendo niños a Puerto Santa Cruz. "Parma es un abusador más. Rosa encubrió los delitos y lo volvió a encubrir delante de los jueces cuando declaró diciendo que no tenía conocimiento de los hechos", manifestó.