Un grupo de cinco mujeres de la ciudad de Salta, que se autodenominó las "Guardianas de la Tierra", impulsaron un proyecto orientado al diseño y creación de huertas en los hogares salteños. Además de ser un emprendimiento que les posibilite sustento económico, buscan defender el derecho a comer sano y de manera nutritiva a través de la cosecha de verduras orgánicas.  

Una de sus fundadoras, Victoria Cervino, contó a Salta/12 que desde hace unos meses decidieron emprender el proyecto como una forma de hacerle frente a la crisis económica causada por la pandemia. "Toda crisis golpea más a las mujeres y nosotras éramos parte de ese grupo", relató. 

Ante ese escenario es que buscaron una alternativa laboral, pero que también genere un impacto positivo al ambiente, a la sociedad y a la salud de las personas. Por eso se definieron en la elaboración de huertas orgánicas. "Vemos la situación de contaminación en el medio ambiente y nos damos cuenta que tenemos una oportunidad para alimentarnos mejor", destacó. 

El objetivo principal de Las Guardianas se basa en tres ejes: regenerar la tierra, cultivar verduras, organizar y trabajar la economía. "Podemos hacer un negocio y también podemos cuidar la tierra", precisó Cervino, quien trabaja junto a Valeria, Melisa, Evelin y Rosi. 

Desde ese momento emprendieron las capacitaciones sobre huertas, además de sumar las herramientas para sostener el emprendimiento, esto último, fue posible por el Programa Naves Federal del Banco Macro. Dicho programa se realiza desde hace 7 años ininterrumpidos junto con el Centro de Entrepreneurship del IAE. Consiste en un proceso de formación, acompañamiento y networking que está diseñado para potenciar las habilidades emprendedoras y el modelo de negocios de individuos y empresas.

Según las mujeres, pudieron evaluar que en la provincia existe mucha demanda por el consumo de verduras orgánicas, pero una escasa oferta. "Entonces unimos todas las piezas y decidimos hacernos cargo", expresó. Fue Cervino quien se capacitó el año pasado en el diseño de huertas y quien trasladó ese conocimiento a sus compañeras a través de talleres virtuales y presenciales. 

Su definición en favor de la soberanía alimentaria no sólo es porque en los últimos años se dio una mayor concientización sobre la contaminación en los alimentos, a través del uso de los transgénicos, sino porque también existió una difusión sobre lo que es una alimentación saludable.

De acuerdo a lo que pudieron diagnosticar, la tendencia indica que las personas se están orientando al consumo orgánico, sabiendo que su desarrollo en países de Latinoamérica es más lento en comparación con los países europeos. "La gente está decidida a ir por ahí y no es sólo por cuidar el cuerpo sino por cuidar el planeta", señaló una de las fundadoras.

Más derechos 

El hecho de que sean mujeres quienes impulsen la idea, pone en relevancia que existe una necesidad urgente de garantizar la independencia económica. Precisamente las Guardianas, dejaron en evidencia que fueron doblemente afectadas por la pandemia: por mujeres y por trabajadoras independientes.  

"Venimos luchando por más derechos, como en la mejora de los salarios, pero la crisis general que causó la pandemia nos afectó principalmente a nosotras", precisó Cervino. Por lo que ven como un gran desafío poder emprender de una manera "proactiva, responsable y protagonista", ya que son conscientes de que existe un período en el tiempo para que logran instalarse, y en paralelo, reconocen que están en un proceso de deconstrucción en relación al ambiente.

En ese sentido, buscan que las personas empiecen a cuestionarse las prácticas de alimentación, donde puedan saber qué es lo que están consumiendo y sobre todo, tener la certeza de dónde proviene. "Tener una huerta en tu casa, ya cambia esa percepción", manifestó, considerando que además se genera una nueva práctica familiar que también sirve como acción de contención. 

"Creemos que es un derecho poder alimentarnos de manera sana y nutritiva", permitiendo que de esa forma también se respete el derecho a tener un ambiente sano. 

Las Guardianas no poseen redes sociales, pero quienes deseen contratar los servicios pueden comunicarse al 387-5122440, y existirá un contacto inmediato donde las mujeres se dirigirán al domicilio para presupuestar la realización de la huerta de acuerdo al pedido de la familia. 

Si bien, existe un costo para la instalación en los hogares particulares, las mujeres ofrecen de manera gratuita el asesoramiento para las organizaciones sociales que lo requieran, como los comedores o fundaciones.