El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) italiano detectó unos ligeros temblores en Roma durante la tanda de penales de la final de la Eurocopa, en la que la selección italiana se coronó campeona al imponerse a la de Inglaterra en Wembley. El nivel más alto de temblores se registró en el penal convertido por Leonardo Bonucci, el tercero de la tanda, y en el error del inglés Boukayo Saka, que entregó a Italia la segunda Eurocopa de su historia.

"El entusiasmo durante los penales de la final de Euro 2020 entre Italia e Inglaterra se registró, incluso con un nivel inferior con respecto al pasado debido a las medidas anticoronavirus", informó este lunes el INGV en un comunicado. Italia vivió con gran entusiasmo este domingo la final de la Eurocopa, en la que el equipo de Roberto Mancini ganó 3-2 a Inglaterra en la tanda de penales, tras el 1-1 de los 120 minutos.

La selección italiana regresó a primera hora de este lunes de Londres a Roma y llegó en torno a las 7.30 locales al hotel Parco dei Medici, donde descansó unas horas antes de abrir un día de celebraciones.

En la tarde italiana de este lunes, la Azzurra fue invitada a unas citas oficiales con el presidente de la República, Sergio Mattarella, y con el primer ministro, Mario Draghi, en la que también participó el tenista Matteo Berrettini, que fue finalista este domingo en Wimbledon y perdió ante el serbio Novak Djokovic.

El antecedente de Terremoto Perdomo

El 5 de abril de 1992, Estudiantes recibía en 57 y 1 a Gimnasia en un clásico platense que pasó a la historia por un hecho extrafutbolístico, similar a lo ocurrido en la definición por penales entre Italia e Inglaterra: el Observatorio Astronómico de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata, ubicado dentro del bosque platense, a pocos metros de la cancha, detectó un pequeño movimiento sísmico en el preciso momento en el que el uruguayo José Perdomo anotó de tiro libre el gol con el que Gimnasia ganó el clásico 1-0

Cuando promediaba el segundo tiempo, el mediocampista central uruguayo venció con un preciso tiro libre desde 30 metros al arquero Marcelo Yorno, para que Gimnasia ganara el clásico en cancha ajena por primera vez desde su regreso a la máxima categoría y 16 años después de la última ocasión en la que la había logrado. Desde entonces, aquel hecho se convirtió en una leyenda que los hinchas del Lobo recuerdan cada año.