En las primarias presidenciales de la izquierda y la derecha, los chilenos se inclinaron por candidatos jóvenes que buscan cambios al modelo de forma gradual y moderada. Así lo aseguraron distintos analistas que destacan la caída de los partidos tradicionales en los comicios del domingo. "Los que perdieron estaban en una visión más defensiva, reivindicativa del pasado más que de futuro", aseguró Juan Pablo Luna, doctor en ciencias políticas y académico de la Universidad Católica de Chile.

Con 35 años (la edad mínima para competir por la presidencia de Chile) Gabriel Boric, diputado de Convergencia Social, parte del izquierdista Frente Amplio, se impuso al comunista Daniel Jadue. En las primarias de la derecha ganó también el aspirante más joven: el independiente Sebastián Sichel, de 43 años, quien dejó atrás al histórico líder ultraconservador Joaquín Lavín. Compitieron también los exministros del gobierno de Sebastián Piñera, Mario Desbordes e Ignacio Briones.

Alcalde del popular barrio Recoleta en el norte de Santiago, el comunista Jadue lideraba desde hace más de un año los sondeos de cara a la carrera presidencial de la izquierda para las elecciones del próximo 21 de noviembre. Pero Boric, egresado de la carrera de Derecho, se quedó con el triunfo con un sorpresivo 60,43 por ciento por ciento de los votos frente al 39,5 por ciento cosechado por Jadue

Muchos sostienen que influyó que en la última semana Jadue endureciera el tono frente a Boric. Además los votantes de la exConcertación, el conglomerado de partidos que gobernó por 20 años Chile tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), habrían apoyado en mayor medida la candidatura de Boric. El sector de centroizquierda todavía no definió a su candidato presidencial, por lo que sus electores tenían vía libre en estas primarias.

Exlíder de las protestas estudiantiles de 2011, Boric tiene el desafío de convocar a los electores más de centro sin dejar de lado a la izquierda más radical que busca profundizar los cambios al modelo neoliberal que hizo crecer la economía chilena dejando a su paso grandes niveles de desigualdad social.

Del lado de la derecha Sichel cosechó un 49,08 por ciento de los sufragios frente al 31 por ciento de Lavín, quien en las elecciones de 1999 le había peleado la segunda vuelta al socialista Ricardo Lagos. Abogado y exministro de Desarrollo Social del gobierno de Piñera, Sichel representa "salir del cerco ideológico tradicional de la derecha, salir de una derecha conservadora pensando en una derecha más bien liberal", según el coordinador de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, Rodrigo Espinoza.

"Es un cambio de ciclo, pensando en la caída poco a poco de los partidos políticos históricos y tradicionales que marcaron el espectro político del Chile de la transición a la democracia", agregó Espinoza para explicar el triunfo de los dos jóvenes dirigentes. Por su parte Pamela Figueroa, académica de la Universidad de Santiago, sostuvo: "La ciudadanía quiere cambios profundos, pero quiere que esos cambios sean a través del diálogo y la construcción de mayorías".