El Banco Central avanza en la desregulación del sistema financiero y en la reunión de Directorio de ayer aprobó la instalación de cajeros automáticos por parte de entidades no bancarias. La iniciativa permite a supermercados, estaciones de servicio o cualquier otra entidad comercial adquirir cajeros sin necesidad de asociarse con un banco, en el cual los clientes podrán retirar dinero y hacer algunas operaciones básicas. El comercio estará además a cargo de la reposición del dinero en los puntos de expendio con dinero propio. De esta manera, la entidad se evitará el costo del transporte de caudales porque podrá depositar su recaudación en el cajero automático de su propiedad. Esto podría abrir otro frente de conflicto con el gremio de camioneros. El comercio además podrá cobrar por este servicio al cliente. 

La iniciativa requirió que se modificarán las normas sobre depósitos y cuentas corrientes, aunque “no modifica en ningún aspecto el régimen vigente para la red de cajeros bancarios ni las disposiciones para su uso por parte de los clientes”, según el BCRA. Actualmente se permite la instalación de cajeros automáticos fuera de sucursales bancarias pero deben pertenecer a alguna entidad financiera. Es por eso que muchas cadenas de hipermercados ya ofrecen el servicio de cajeros en el establecimiento. Con este cambio se habilita la adquisición de las máquinas. “La actual red de casi 20.000 cajeros pertenecientes a entidades financieras podrá extenderse con más dispositivos que serán propiedad de supermercados, estaciones de servicio o cualquier otra entidad comercial”, informó el Central a través de un comunicado. 

Desde el organismo explicaron a este diario que la medida permitirá el acceso de estos puntos en pueblos donde hay muy pocos cajeros. “De hecho, un 20 por ciento de las localidades del país no posee ningún cajero, obligando a sus habitantes a trasladarse para obtener efectivo. Por ello, en muchas áreas del país, la falta de cajeros estimula un uso indebido del efectivo, como el caso de quien retira la totalidad de sus ingresos en una sola extracción en lugar de hacerlo en forma paulatina, a medida que debe asumir gastos”, explica. En realidad, se trata de una medida que se queda a mitad de camino de la bancarización. 

Se podrán cobrar cargos por su uso, al tiempo que la normativa prevé que el cajero no bancario deberá informar con precisión los costos al cliente en forma previa a la operación, para permitirle desistir de la misma si lo desea. Además, la pantalla deberá exhibir una leyenda que diga “Esta operación en una entidad financiera podría no tener costo”. En el caso de que el comercio adquiera un cajero integral, el cliente también podrá conectarse a su cuenta bancaria y realizar otras operaciones. Todavía resta ver el impacto que tendrá en el negocio de otras redes de cobro de servicios y recaudación de caudales.