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Sometida a 14 años de encierro en el convento y torturas sistemáticas, Silvia Albarenque cuenta como logró la primera condena a una monja por abuso de poder

Silvia Albarenque tuvo que volver a aprender a vivir de nuevo después de 14 años en el convento Hermanas del Carmelo, en Nogoyá. Allí fue aislada de todo contacto familiar y sometida a torturas sistemáticas, la mayoría de las veces ordenadas y ejecutadas por la hermana superiora, Luisa Ester Toledo. Esta monja fue la primera en la historia argentina en ser condenada por abusos. La Justicia fue reparadora para Silvia pero recorrer ese camino no fue fácil, se sentía "igual que una mujer golpeada", porque a la denuncia siguió la culpabilización de la Iglesia que la acusaba de ser responsable de que mermaran las vocaciones en Entre Ríos.

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