Si hubiese que resumir en una oración la segunda presentación de la Selección Argentina de básquet en los Juegos Olímpicos de Tokio, podría decirse que lo sucedido este jueves fue como contra Eslovenia (100-118 en el debut), pero con mejor defensa. España se impuso por 81-71 ante los dirigidos por Sergio "Oveja" Hernández, que ya no dependen de sí mismos para pasar de fase, aunque tienen buenas proyecciones dado el formato de competencia.

Argentina deberá vencer a Japón en el cierre de la fase de grupos, el domingo a la 1.40, y esperar que República Checa sea goleada por Estados Unidos. Es que además de los dos primeros de cada zona (son tres grupos), también avanzan a cuartos de final los dos mejores terceros. Los checos vencieron en su primer encuentro pero tienen una diferencia de goleo de -14 tras la derrota con Francia y, lógica mediante, deberían sufrir una caída abultada ante los de Gregg Popovich.

La Selección, con -28 hasta el momento, encontrará en el Japón dirigido por Julio Lamas a un rival que también perdió sus dos encuentros y suma -46 en tantos. De ganar por la mínima, Argentina (quedará con -27) dependerá de que EEUU lo haga por al menos 14 unidades ante los checos (-28), mientras que de ser menor la ventaja del "Dream Team", la Selección deberá aumentar la propia en relación a la de los norteamericanos.

Vale aclarar que se hace foco en el Grupo A porque en el B resulta más complicado que haya un "peor" tercero. Aquí Australia lidera con 4 puntos (+20), seguida de Italia (3 y +7), Alemania (3 y -3) y Nigeria (0 y -24). En la última fecha se medirán océanicos vs. alemanes e italianos vs. africanos.

En cuanto al choque con España, la Selección dejó buenas sensaciones en el primer cuarto para luego apagarse. Nicolás Laprovíttola recompensó su titularidad (en lugar de Luca Vildoza) con un partidazo: 27 puntos (4/5 en dobles, 5/9 en triples y 4/7 en libres), 4 asistencias y 6 pérdidas. Por detrás suyo aparecieron Luis Scola (13 puntos en sólo 7 tiros al aro) y Facundo Campazzo (10 con 2/4 en dobles, 1/6 en triples y 3/3 en libres). Preocupación por el estado físico de Patricio Garino, quien fue titular y jugó sólo 4 minutos. Por el lado de España, que gozó con las 24 pérdidas argentinas, la rompió Ricky Rubio (26 puntos y 4 asistencias), secundado por Sergio Llull con 10 unidades.

1) Llegó el subcampeón

Primer cuarto. Fue excelente el arranque de la Selección, con un juego que hizo acordar al que le valió un subcampeonato mundial en China 2019. Presión incesante en defensa para provocar cuatro rápidas pérdidas españolas y un fluido juego de pases en ofensiva. Campazzo manejó los tiempos con sus penetraciones y descargas en ataque y sus manotazos a la hora de marcar, mientras que Laprovíttola -completamente en llamas- sumó 10 puntos en los primeros minutos para ponerse 15-6.

Claro que España no tardaría mucho en acomodarse al planteo argentino. Sergio Scariolo sacó a Marc Gasol, complicado (4 pérdidas en el parcial; 8 en el partido) con el doblaje de Delía y Campazzo, y Ricky Rubio se hizo cargo de las acciones y comandar una seguidilla de 10-0 que obligó al tiempo muerto de "Oveja".

Argentina supo reaccionar con un parcial de 10-4 para cerrar el cuarto adelante por 25-20. A diferencia del choque con Eslovenia, la Selección se había amigado con el aro desde larga distancia (4/7 en triples) y disfrutaba de una gran labor defensiva que le provocó 7 pérdidas a España. Laprovíttola lideraba con 10 puntos, Campazzo tenía 8 y Scola todavía no había tirado al aro.

2) Se despertó el campeón

Los minutos de descanso para Campazzo, Scola y Laprovíttola hicieron mella en el rendimiento argentino, combinado con el regreso de Rubio a cancha (se había ido al vestuario por un golpe). La pelota pasó por las manos de Deck, Bolmaro y Vildoza con dividendos muy lejanos a los esperados.

España, vigente campeón mundial, ajustó las tuercas en defensa y, de pronto, Argentina se encontró violando el reloj de posesión y con triples que no tocaban el aro. De todos modos, la Selección se mantuvo en partido gracias a su defensa, los errores rivales y cada tanto se las ingeniaba para sacar algún que otro bombazo de la galera, como con Laprovíttola.

Pero al ensanchamiento defensivo de España, Argentina no supo cómo responderle más que con lanzamientos de larga distancia (y muchos ladrillazos), algo que perduraría durante todo el encuentro. Para colmo, cuando Delía se las arreglaba para tomar el rebote ofensivo, sus descargas terminaban en pérdidas. Lo de la defensa española fue tan bueno (y por oposición, lo del ataque argentino tan flojo) que incluso Scola (dos puntos en la primera mitad) terminaba devorado por la chicharra en el último ataque albiceleste. El marcador del parcial fue contundente: 20-9 para España y ventaja de 40-34 al entretiempo.

3) La sequía continuó

Hernández optó por mandar a Deck de entrada en lugar de Garino, pero no era el día del santiagueño, peleado con el aro (1/8 en tiros) y perdido en las rotaciones defensivas. Mientras España sacaba distancias cada vez más grandes, la Selección pretendía volver a la versión del primer cuarto, con Campazzo penetrando y descargando para Delía, pero al pivot no le salía una (2 puntos, 1/4 en dobles, 7 rebotes, 5 pérdidas).

Laprovíttola seguía siendo el mejor y acercó a los suyos con 7 puntos consecutivos, casi como un déjà vu de la final de 2019, cuando Deck era el único argentino en partido. Aunque el duelo era muy intenso, había lugar para un alivio cómico con el cuarentón Pau Gasol fallando una volcada que bien podría haber sido una bandeja.

A Campazzo le resultaba imposible encontrar a un colega para el pick & roll. Hernández probó con el veinteañero Caffaro pero a la primera conexión con Facu, la pelota se le escapó de las manos al lungo universitario estadounidense. La sequía ofensiva era casi total y, cuando todo parecía encaminarse, aparecían las faltas ofensivas. España llegó a sacar 14 con un bombazo de Sergio Llull y un doble y falta de Pau Gasol, aprovechándose de Caffaro. Un triple de Vildoza recortó la distancia mientras que un notable pase de faja desde un saque de banda de Laprovíttola para el doble y falta de Brussino dejó a la Selección abajo por "sólo" 61-53.

4) Deportivo triple

"No hay tiros de 10, 11 o 12 puntos". La frase es conocida y es habitualmente utilizada para referirse a la desesperación de un equipo que está atrás en el marcador por mucho y empieza a lanzar de triple aunque haya mejores opciones. Aunque repetida, la cita le quedó perfecta al último cuarto de la Argentina que, apresurada por el reloj, veía cómo España se le alejaba mientras su libro de jugadas no tenía otra cosa que triples (30 lanzamientos en total, la mayoría de ellos con la marca encima; 10 conversiones).

Consciente de que la derrota era un hecho y lo importante pasaba por recortar la distancia, Argentina empezó a sumar de a dos. Pero a España no se le pasó por la cabeza bajar su intensidad y la frustración albiceleste terminaba reflejada en Campazzo, quien llegó a su quinta falta marcando a Rubio y terminó desgarrándose la camiseta de la bronca.

Scola dio la cara sobre el final con seis puntos consecutivos pero su aparición fue un espejismo en medio del descarrilamiento argentino. Pérdidas y más pérdidas se repitieron hasta el cierre, sólo apaciguadas por un quedo español en los últimos segundos que sirvió para recortar la distancia y maquillar el marcador, al igual que contra Eslovenia.

Eslovenia, en llamas

Tras los 48 puntos ante la albiceleste, Luka Doncic sumó 25 unidades, 7 rebotes y 7 asistencias en el triunfo de Eslovenia ante Japón por 116-81 en el primer turno de la jornada del jueves. El crack estuvo bien acompañado por Zoran Dragic, con 24. Por los locales, dirigidos por el argentino Julio Lamas, se destacaron los NBA Rui Hachimura (34) y Yuta Watanabe (17).