En el marco de los 20 años del Teatro Tadrón, lugar que le dio espacio desde su inicio, se desarrolla una nueva edición del ciclo Teatro X la Justicia, que hace once años dirige la actriz y directora Herminia Jensezian. Hija de sobrevivientes del genocidio armenio, la teatrista empezó a desarrollar el ciclo tras notar que había varias obras en cartel sobre esa temática. Desde entonces su apertura siempre coincide con la semana en la que se conmemora aquel lamentable hecho histórico, si bien con los años se fueron ampliando las temáticas de los espectáculos seleccionados. “Ahora el ciclo habla de todas las injusticias, porque ese es un problema que no tiene nacionalidad”, dice la directora a PáginaI12.

   “Es impresionante el ida y vuelta que generan las obras del festival y la participación  de los artistas que se solidarizan por un compromiso ideológico. Todas las que se ven son obras duras, que te hacen poner de pie, ponerte a pensar. Por más que el espectador parezca pasivo, siempre de acá se va movilizado, y eso es por el poder de la palabra, que inevitablemente lleva a la acción”, sostiene Jensezian en una balance por la primera década del festival. 

   Durante poco menos de dos meses se verá en el Tadrón La nana, que fue la obra elegida para esta edición por el jurado que componen Jorge Dubatti, Nora Lía Sormani, Pablo Mascareño, Enrique Dacal, Jorge Ducca, Jorge Palant y la propia Jensezian. Se trata de una obra de Andrea Juliá (quien hoy en la apertura del ciclo recibirá el Premio Tadrón) con puesta en escena y dirección de Horacio Medrano y actuación de la actriz Elena Petraglia. También se verá la pieza No me olvido 2017, un montaje de la directora del festival justamente sobre el genocidio armenio, protagonizado por el actor nacional de la Diáspora Armenia, Kalusd Jensezian y el primer bailarín del Teatro Colón, Vahram Ambartsoumian. Como complemento a lo escénico, durante el ciclo también se podrá visitar una muestra de dibujos del artista Juan Pablo Cuchian llamada Impresiones súbitas.

   “La justicia no es un derecho dado pero tampoco es una utopía. Es algo a construir cada día por cada uno. Todos los que hacemos el ciclo estamos convencidos de que es la única garante de la dignidad humana, y por eso no paramos de trabajar”, cierra la directora, en el marco de esta semana tan especial.