Jair Bolsonaro será investigado en el Tribunal Supremo Federal por difundir noticias falsas para atacar el actual sistema de voto con urnas electrónicas e intentar así denunciar fraude en las elecciones de 2022 en caso de derrota.

Así lo determinó el juez del Tribunal Supremo Federal Alexandre de Moraes quien aceptó, por unanimidad, la petición de la cúpula del Tribunal Superior Electoral (TSE) para que las declaraciones de Bolsonaro se añadan al proceso que ya tramita en el Supremo sobre el uso de noticias falsas para atacar las instituciones democráticas.

En el pedido para que fuera investigado, el presidente del TSE, Luis Roberto Barroso, adjuntó un enlace de la retransmisión en internet realizada por Bolsonaro la semana pasada, en la que presentó teorías antiguas y falsas sobre los fallos de seguridad de las urnas electrónicas, a pesar de que admitió no tener pruebas de que haya habido fraude en elecciones anteriores.

Las urnas electrónicas se usan en Brasil sin problemas desde 1996, pero Bolsonaro ahora las cuestiona y defiende que se aplique el voto impreso. Incluso, recientemente llegó a amenazar con la no celebración de elecciones el año que viene si el Congreso Nacional no aprobaba el cambio en el sistemaAl entrar en la investigación sobre las noticias falsas, Bolsonaro podría, en última instancia, verse apartado de las elecciones.

Fake news, ahora también con vacunas

A su vez, este miércoles el mandatario brasileño  se sumó a los llamados 'sommelieres de vacunas' y afirmó este lunes que pretende vacunarse con cualquier dosis menos con la CoronaVac, de fabricación china, porque "no es aceptada en Estados Unidos y Europa". Con esta actitud, el mandatario no solo perjudica y desalienta la campaña de vacunación en su país, sino que, además, sus argumentos chocan con los datos reales.

"Yo voy a recibir una vacuna con la cual pueda entrar a todo el mundo. No puedo recibir esa vacuna que no es aceptada en Europa ni en Estados Unidos. Tengo que tomar una que acepten en todo el mundo", dijo Bolsonaro en una radio de Rio Grande do Norte. Sus dichos contradicen incluso a su propio ministro de Salud, Marcelo Queiroga, que pide a la población vacunarse sin elegir marca u origen de las vacunas.

"Seré el último de la fila, ya que hay mucha gente con miedo de la vacuna, no es justo que el jefe del Estado reciba la vacuna antes que un ciudadano común", agregó el mandatario de ultraderecha, investigado por el escándalo de corrupción en la adquisición de la vacuna Covaxin por parte del Ministerio de Salud.

La prensa local y especialistas indicaron que Bolsonaro usó un argumento equivocado, porque Estados Unidos no exige comprobante de vacunación para el ingreso de viajeros. En tanto, en Europa hay países que aceptan todas las aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, entre ellas CoronaVac.

Esta no es la primera vez que el jefe de estado brasileño se manifiesta en contra de la vacuna del laboratorio Sinovac, y desde Brasil adjudican que esta actitud se debe a que el fármaco chino es desarrollado internamente por una iniciativa del Instituto Butantan del estado de Sao Paulo, cuyo gobernador, Joao Doria, es un exaliado del presidente y se prepara para postularse a las elecciones de 2022.

La vacuna CoronaVac fue autorizada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) el 17 de enero y es la segunda más aplicada en Brasil detrás de AstraZeneca. En el país vecino también se emplean dosis de Pfizer y Janssen.