El profesor de Matemática quiere revisar la tarea. Una de las alumnas lo acusa de haber planteado un ejercicio sexista que no tiene en cuenta a no binarixs. Un compañero bufa y se relame al ver a un chico por la ventana, que busca convertirse en el centro de las miradas con un striptease en el patio. Nadie le da mucha importancia. Así te da la bienvenida Genera+ion (HBO Max), la serie que invita a recorrer el amplio arco iris de género, orientaciones sexuales, tribulaciones y divertimentos en una secundaria de California en 2021.

La entrega de ocho episodios de media hora (más adelante vendrá una segunda tanda con ocho más) luce como una bola espejada sobre la pansexualidad teen. Es un relato coral que tiene como guía a Chester (Justice Smith), Riley (Chase Sui Wonders), Nathan (Uly Schlensinger), su hermana Naomi (Chloe East) y Greta (Haley Sanchez), entre otrxs. El closet como limitante, lo queer como bandera, la efervescencia centennial sin etiquetas y la trinchera con los adultos aparecen como claves de esta propuesta estrenada la semana pasada.

El tópico LGBTQI+ (los personajes forman su propio club de secundaria) es el ingrediente principal en Genera+ion, que a su vez discute los propios límites de la nueva libertad individual. ¿Cómo es crecer en una era donde la aceptación debe ser la norma? ¿Qué queda para quien no quiere catalogarse o anda en la búsqueda? Preguntas que Genera+ion busca responder mientras pasa por filtros Instagram la angustia adolescente y la agitación hormonal.

Esa diversidad también aplica a la narrativa, donde un mismo suceso es contado desde varias perspectivas, adosando capas, sabores y guiños al relato de un día en la escuela, una fiesta o una tarde en el campo de deportes. Y a su vez planta bandera: no hay una voz más importante que la de otrx.

El punto de vista es el de la heterogeneidad y confusión. Y esta lógica fragmentaria, por otro lado, se lleva de maravillas con los modos y usos de las redes sociales representados en pantalla. Los conflictos aquí se originan por una foto o un video que no debía subirse, mientras todxs reclaman vivir "algo real" que vaya más allá de la vida digital.

► Zelda, sus dos papás y Lena Dunham

Genera+ion comenzó con una carta escrita por una quinceañera en un campamento de verano. En esa esquela, Zelda Barnz le declaró a su familia que era queer. Sus padres, Daniel y Ben, se dieron cuenta de que el término había mutado y resultaba incluso un enigma para dos tipos gays como ellos. Dos años después, Zelda quiso publicar un libro sobre sus vivencias en la secundaria pero sus papás, que son realizadores audiovisuales, la alentaron a que pitcheara el concepto para un programa.

En el ínterin, Lena Dunham (showrunner, guionista y protagonista de Girls) se sumó al barco, papá Ben lo produjo, papá Daniel lo dirigió y Zelda lo escribió. Ahora, con 19 años, empezó a cursar en Yale y ya tiene una serie con su firma alojada en una plataforma de streaming. "Queremos que Genera+ion tenga una mirada auténtica sobre la vida de los adolescentes actuales, con una vibra similar a la que tuvo en su momento Girls", expuso Barnz.

En aquella postal tan voluble como ovárica de la década pasada, el alter ego de Dunham decía que quería ser la portavoz de su generación. Barnz, sin embargo, no tiene el mismo deseo de la inolvidable Hannah Horvath. La responsable de Genera+ion (más allá de las implicancias del título) declaró que su anhelo fue el retratar con honestidad a un grupo de jóvenes pansexuales. Eso sí, tuvo algo muy en cuenta en relación al elenco: "Queríamos asegurarnos de que fueran jóvenes y parecieran verdaderos estudiantes de secundaria. Queríamos asegurarnos de elegir a personas que se sintieran como pibes auténticos y no tanto a adultos mayores", señaló.

► Trasvasamiento genera+ional

La comparación de Genera+ion con Euphoria, We Are Who We Are y Betty, todas de la misma plataforma de streaming, llegó con la emisión de su primer tráiler. Aunque a diferencia de la protagonizada por Zendaya, la concebida por Luca Guadagnino y la historia de las skaters neoyorquinas, esta ficción se aleja del filo de las adicciones, lo poético y el registro documental.

Su tono es el de una dramedy en la que el humor y el dolor aparecen de manera insurgente, como en las sacudidas de Sex Education o Skins. ¿Algunas acciones de esta tropa XXZ? Un pibe que testea el sabor de su semen, una chica que tiene un parto en un shopping, una piba enganchada con su mejor amiga. "Soy mucho", se describe Chester, pero esa definición podría aplicar a cualquiera del grupo.