Con el teatro y la inclusión social como banderas, el Canal Encuentro lleva a su pantalla la tercera temporada de la serie Cero Drama, que podrá verse desde este viernes a las 19, y durante todos los viernes de agosto. La producción, que da cuenta del trabajo de actrices y actores con discapacidad durante la pandemia, contará con cuatro episodios que también podrán verse en la plataforma Contar con acceso gratuito.

El elenco está compuesto en esta oportunidad por actores y actrices del Grupo Esperanza, de Campana, que se formó en 2010, quienes ya habían participado de la primera y segunda temporada, y a ellos se sumaron algunos integrantes de la Escuela de Teatro Inclusivo Todes en Yunta, fundada por Ana María Giunta. Allí, en cada capítulo, los intérpretes trabajan distintos géneros como corto, improvisación, radioteatro y monólogo de humor, coordinados por el director, actor y docente Esteban Parola.

Para la tercera temporada, el plan original era documentar una gira teatral, según cuenta el director, pero la pandemia los puso a prueba y los obligó a trabajar desde sus casas vía Zoom. “La experiencia es sumamente positiva porque para muchos actores implicó perderle el miedo a la tecnología. Y eso también los ayuda para que puedan socializar de otra manera con otras personas, ya que se dieron cuenta de que es una forma de comunicarse y de paliar un poco la soledad”, cuenta Parola, que desde hace más de veinte años forma a artistas con discapacidad.

Cero Drama surgió del trabajo realizado junto con el Grupo Esperanza, con el que Parola viene trabajando desde 2011 en distintos espectáculos teatrales y con el que incluso filmó el largometraje de ficción Pasos y Kilómetros, proyecto que resultó ganador del II Panamá Film Lab, además de haber participado en el Concurso de Guiones Inéditos del 36º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, Cuba, y en el 28º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Ese trabajo audiovisual fue el que precisamente los llevó a producir la serie que estrenó anteriormente dos temporadas en 2015 y 2018. Mientras en la primera documentaron el proceso de trabajo de una obra teatral realizada en homenaje al circo criollo, en la segunda trabajaron con clásicos del teatro y convocaron a artistas reconocidas de la escena como Leonor Manso, Martina Gusmán y Roxana Randón.

Como ocurrió con muchos artistas, el aislamiento motorizó nuevos canales de expresión y modificó la rutina de la actividad. “Tener que actuar a través de dispositivos es algo que llegó para quedarse con nosotros. Estas son nuevas formas de poder pensar la teatralidad sin resignar la mística del teatro tradicional que es lo que más amamos. Al principio, a mí me costaba poder pensar la actividad a través de Zoom, pero después nos dimos cuenta de que ahí se podían hacer un montón de cosas y sobre todo que podíamos mantener el espacio de encuentro que era muy importante para nosotros. La tecnología como herramienta puede ser algo excelente. En el caso de los actores con condición del espectro autista, noté que el nivel de concentración que logran es mucho mayor porque tienen que dirigir la atención hacia un solo lugar, que es la pantalla. En cambio, en la presencialidad, el estímulo permanente del entorno los lleva a dispersarse”.

La misión del teatro inclusivo es capacitar a los actores y actrices para que logren un desarrollo profesional, y la producción de Cero Drama sigue esa línea. “La inclusión tiene que ver con la igualdad de oportunidades. Por eso, para esta temporada hicimos un casting, porque nuestra militancia es por la profesionalización de los actores con discapacidad. Además, todos cobran por cada trabajo que hacemos, porque también apostamos a la inserción laboral en el ámbito artístico”, sostiene Parola, quien anticipa que están armando un guion para filmar una nueva película.

El trabajo de artistas con discapacidad aún no se ha expandido de manera natural en la escena teatral, pero el director sostiene que en los últimos diez años hubo cambios. “Falta, pero se ha logrado muchísimo. Y que hoy con nuestra serie podamos plantear, en un programa de televisión, un humor hecho por una actriz con parálisis cerebral y por una actriz con esquizofrenia, eso muestra que hay un avance y una apertura mental”.

Los elencos que Parola coordina esperan poder reanudar la actuación presencial en 2022, pero siguen trabajando y formándose en la virtualidad. Y el teatro como herramienta de inclusión social y laboral es el objetivo que se mantiene en los encuentros que realizan a distancia. “Muchos me preguntan '¿Cómo hacés para trabajar con autistas?' y yo respondo 'Ni idea', porque no hay fórmulas. Sí puedo explicar cómo aprendí a trabajar con cada persona, individualmente. Cada uno tiene una historia y un carácter distintos. Por eso queremos dejar de hablar de teatro inclusivo y empezar a hablar de teatro de la diversidad, porque todos somos diferentes”.