El fichaje de Lionel Messi en el PSG fue producto de una sumatoria de excepciones en las reglas de la Liga Profesional de Fútbol (LFP) de Francia inversamente proporcionales a las razones por las cuales el astro argentino no pudo firmar la renovación con el Barcelona de España.

El contrato por 40 millones de euros netos anuales con el capitán de la Selección argentina sumó al rojo presupuestario del club parisino, que calcula entre 250 y 300 millones de euros sus deudas previstas para la temporada 2021-2022.

¿Qué influyó entonces para que la llegada de Messi fuera posible? Que la Liga de Francia hiciera lo que la de España no quiso hacer: tomar en cuenta las bajas en los ingresos de los clubes por la pandemia y permitirles endeudarse más allá de sus posibilidades de recuperación inmediata.

La imposibilidad de que el mejor jugador del mundo continuara en el Barça tuvo que ver con el endurecimiento del “fair play” en las cuentas: para evitar seguir ahondando el déficit de sus clubes, la Liga Española decidió fijar que el gasto en salario de los equipos no debe superar el 70 por ciento de sus ingresos.

Sin embargo, esta normativa, adoptada también por la Dirección Nacional de Control de Gestión (DNCG) de la LPF, no entrará en vigor en Francia hasta dentro de dos años. Con lo cual, al menos hasta entonces, cada club pude hacer apuestas y comprar a gusto con sus expectativas.

A esto se le suma que la UEFA adelantó que no examinará cada temporada en detalle sino una media de las temporadas desde 2019 a 2022, con lo cual al PSG se le terminaron de alinear los planetas, al menos para esta temporada.

Al-Khelaifi: “Si firmamos con Messi es porque tenemos la capacidad de hacerlo”

El presidente del París Saint-Germain, el catarí Nasser Al-Khelaifi, aseguró que el club cumple con el fair play financiero "desde el primer momento".

"Lo dejaré claro: conocemos las reglas del 'fair-play' financiero y siempre seguiremos la normativa", afirmó en la conferencia de prensa que compartió junto con Messi.

"Si firmamos con Messi es porque tenemos la capacidad de fichar a Messi, si no, no lo hubiéramos hecho", agregó y hasta bromeó con la situación: "Espero que Leo no pida más sueldo", expresó, entre risas.

La llegada de Messi al Paris Saint-Germain mereció los aplausos del presidente de la LFP francesa, Vincent Labrune, quien agradeció públicamente a Al-Khelaifi. Lo cual deja claro que no se espera una revisión en la cuestión del “fair-play” financiero.

Los cálculos del PSG

Sólo en la temporada anterior, 2019-2020, el club presidido por Al-Khelaifi tuvo 556 millones de gastos y 559 millones de ingresos. Una diferencia marcada por el recorte de ingresos de la pandemia.

Tras los 400 millones gastados en Neymar y Kylian Mbappé en el verano de 2017, el PSG se ahorró las indemnizaciones por las transferencias y estima que equilibrará el gasto salarial de Messi con la venta de productos, los patrocinios y la visibilidad internacional que atraerá Messi, el mejor salario del PSG por delante de Neymar (35 millones netos).

Una de las hipótesis es que, para no aumentar el rojo, el club dé vía libre a alguno de sus jugadores más caros. Del que más se habló fue de Mbappé.

Sin embargo, Al-Khelaifi se refirió al respecto: "Kylian es parisino, muy competitivo. Dijo que quería un equipo competitivo, ahora no hay equipo más competitivo. No tiene excusa para hacer otra cosa", sentenció.

Una denuncia contra el fichaje de Messi

Este contexto de dispensas y eximiciones despertó la ira de algunos. "La Liga de Francia decidió posponer las sanciones a los que no cumplen esas reglas a 2023, o sea después del mundial de 2022 de Catar. Hasta entonces el PSG puede hacer lo que le dé la gana, mientras que el Barça tiene que acatar esa normativa", reprochó Juan Branco, abogado de una filial del Lyon francés.

El representante legal presentó una denuncia contra el fichaje de Messi y pidió también que la Comisión Europea (CE) actúe de oficio alegando una "distorsión" del mercado interno por la supuesta violación del "fair-play financiero" del PSG.