El presidente estadounidense Joe Biden remarcó su interés de retirar las tropas norteamericanas en Afganistán, tras la ocupación de los talibanes en Kabul. En conferencia de prensa, el jefe de Estado norteamericano reconoció que la caída de la capital afgana en manos de la fuerza insurgente "se dio más rápido de lo esperado", aunque dijo que "construir una nación" nunca fue "un objetivo" de EE.UU. en el país asiático. 

"No lamento mi decisión de ponerle fin a la presencia estadounidense en Afganistán. Yo no le voy a pedir a nuestras tropas que peleen indefinidamente en la guerra civil de otro país", dijo Biden, a la vez que remarcó que las fuerzas militares solo intercederán en caso que los talibanes "se entrometan en nuestra operación de rescate". "(En ese caso) la respuesta será enérgica e inmediata, defenderemos a nuestra gente con fuerza devastadora".

La palabra de Biden se conoció en medio de las escenas de caos y pánico que se vieron en el aeropuerto de la ciudad de Kabul, tras la ocupación de la capital afgana en manos de los talibanes. Pero, en especial, la voz del presidente llega tras la imagen de un helicóptero que trasladaba al personal del país norteamericano desde la sede diplomática hasta el aeropuerto: para Estados Unidos, la imagen de un escape en helicóptero es sinónimo de la evacuación de Saigón, en 1975, cuando el ejército norvietnamita tomó la ciudad. Es sinónimo de fracaso militar. 

"Yo no voy a repetir el error de quedarnos en un conflicto que no nos pertenece, que no es de interés para Estados Unidos", dijo Biden, en relación directa a la invasión de EE.UU. en Vietnam.

Según John Kirby, portavoz del Pentágono, este lunes se autorizó el envío de otros 1.000 soldados a Afganistán, por lo que el número de militares estadounidenses en el país asiático ascenderá a 7.000. Mientras tanto, señaló el vocero, las fuerzas desplegadas en Kabul trabajan en "restablecer la seguridad".

Actualmente, aseguró el Petágono, hay 2.500 uniformados estadounidenses en el aeropuerto y otros 500 llegarán en las próximas horas. "Anticipamos que en las próximas horas seremos capaces de restaurar las operaciones aéreas en el aeropuerto", agregó el funcionario.

Este despliegue ocurre luego de que los talibanes anunciaran este domingo la toma de la capital Kabul y proclamaran el fin de su ofensiva contra las tropas gubernamentales, que se intensificaron desde el comienzo de la retirada militar de Estados Unidos y la OTAN, presentes en Afganistán desde 2001.

Los talibanes ya aclararon que no habrá un gobierno de transición sino "un traspaso completo" del poder y se comprometieron a mantener el orden y la seguridad.

Conversaciones entre Rusia y Estados Unidos

Este lunes, después de la huida del presidente Ashraf Ghani ante la ofensiva talibán, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, analizaron telefónicamente la situación en Afganistán.

"Las partes examinaron la situación en Afganistán tras la huida del país del jefe de Estado, la disolución de los órganos del poder actuales y un cambio del régimen que se está produciendo de facto", informó la Cancillería del Kremlin en un comunicado.

Los diplomáticos, indicó el escrito, "acordaron continuar las consultas con participación de China, Pakistán, otros países interesados y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para crear condiciones de un diálogo afgano inclusivo en nuevas realidades".

Según la agencia de noticias Sputnik, durante el llamado Blinken le informó a Lavrov sobre las acciones que emprende Estados Unidos para evacuar a sus diplomáticos de Kabul y resolver "tareas humanitarias urgentes que se derivan de la situación", mientras que Lavrov compartió con su colega una evaluación de la crisis afgana y lo puso al tanto de los contactos que mantiene la embajada rusa con representantes de todas las fuerzas políticas para contribuir a establecer la estabilidad en el país surasiático.

De acuerdo con lo informado por la embajada rusa, los talibanes garantizaron una amnistía a todos los agentes de seguridad y militares afganos.

Amnistía Internacional reclama una "acción rápida" para evitar que se agrave la crisis en Afganistán

Amnistía Internacional (AI), en tanto, consideró que la situación de Afganistán constituye "una tragedia que se debería haber previsto y evitado". De no mediar "una acción rápida y decisiva de la comunidad internacional, se agravará aún más", advirtió este lunes Agnes Callamard, secretaria general de AI.

"Miles de afganos están en grave peligro de sufrir represalias a manos de los talibanes -desde personal académico hasta periodistas, activistas de la sociedad civil y defensoras de los derechos humanos- y podrían enfrentarse a un futuro muy incierto", alertó en un comunicado la organización humanitaria.

Para Amnistía, resulta de urgencia que los Gobiernos extranjeros tomen todas las medidas necesarias para garantizar una salida segura de Afganistán a quienes están en el punto de mira de los talibanes. Esto incluye la entrega veloz de visados, ofrecer apoyo a quienes emigran desde el aeropuerto de Kabul, proporcionar plazas de reubicación y reasentamiento y suspender todas las deportaciones y devoluciones, subraya el documento.

"Pedimos a Estados Unidos que garantice seguridad permanente en el aeropuerto mientras se llevan a cabo las evacuaciones", solicitó la organización, que también instó al Consejo de Seguridad de la ONU a que apruebe una resolución de emergencia para pedir a los talibanes que respeten los derechos humanos, protejan a la población civil y pongan fin a los ataques de represalia mientras se siguen negociando los acuerdos para la transición.