Con el rechazo de los gremios docentes, el Gobierno porteño comenzó las clases presenciales sin distanciamiento de 290 mil alumnos de nivel primario. Volvieron a cursar de manera completa, además, los estudiantes de educación especial y del nivel superior no universitario, de las escuelas para adultos y de los centros de formación profesional.

El modo de presencialidad decidido por CABA implica que concurran todos los estudiantes, todos los días; para poder conseguirlo, se eliminó la distancia entre los alumnos dentro del aula. La burbuja pasó a ser cada grado. Para desayunar o comer en los comedores escolares los chicos deberán ser divididos en tandas.

El fin del distanciamento es considerado por los sindicatos una medida irresponsable, que niega la pandemia. Si bien la situación epidemiológica ha mejorado claramente con la vacunación,  el riesgo de que aumenten los contagios por circulación de la variante Delta, cuando los niños aún no han sido vacunados, sigue estando presente. Los docentes de Ademys realizan por esto este martes un nuevo paro de 24 horas, mientras que la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) comenzó una semana de acciones de protestas, con clases públicas, abrazos a las escuelas y la formación de comités de autocuidados.

"La ministra (Soledad Acuña) está haciendo una interpretación arbitraria y caprichosa del distanciamiento social. No hay modo de que en las aulas, con todos los chicos presentes, se mantenga la distancia de un metro y medio. Tampoco equipó a las escuelas con medidores de dióxido de carbono, para mantener las aulas ventiladas. Rechazamos que la asistencia sea obligatoria, y estamos convocando a formar comités de autocuidado en las escuelas para exigir que se cumpla con las medidas de prevención y para seguir reclamando el distanciamiento", dijo a PáginaI12 Angélica Graciano, secretaria adjunta de UTE.   

De acuerdo a los relevamientos del gremio, las consecuencias de suprimir el distanciamiento ya se están viendo entre los secundarios, donde debieron ser aislados 500 estudiantes y más de 50 docentes en las últimas dos semanas. Pero para la ministra de Educación, Soledad Acuña, no hay una cantidad de contagios ni de cierre de burbujas preocupante.

“Hemos comprobado que con las medidas de cuidado que tomamos la escuela es un lugar seguro, donde muy pocas personas transitaron la enfermedad, de las 700 mil que están dentro de las escuelas, y hemos tenido muy pocas burbujas suspendidas”, aseguró en declaraciones radiales. Acuña acusó a los gremios de “hacer política electoral” y sostuvo que a los docentes que paren les será descontado el dìa.

A pesar de la advertencia sobre los descuentos, durante la mañana hubo una caravana docente desde el ministerio de Salud a la jefatura del gobierno porteño, organizada por Ademys, y protestas en los edificios escolares con falta de infraestructura.

En la escuela 8 de Villa Cildañez, por ejemplo, los maestros que adhirieron al paro hicieron una radio abierta. ”No es el momento para que no haya distanciamiento cuando en todo el mundo hay alerta por la variante Delta. Es ilógico que cuando en todas las instituciones se mantiene el distanciamiento para cuidarse de los contagios, en las escuela se lo levante. En la nuestra tenemos 700 chicos y poco espacio. Las aulas van a volver a estar explotadas, como antes de la pandemia. El espacio que funciona como comedor es chico y nos obliga a organizar a los chicos en mil tandas, con lo que además van a ver reducido su tiempo para aprender”, dijo a Página/12 la docente Evangelina Paludi.  

Por otro lado, el secretario adjunto de Ademys, Jorge Adaro, coincidió en que "hay datos que no acompañan" la decisión del Gobierno porteño de retornar a la presencialidad plena en las aulas, y recordó que la respuesta del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta a los gremios ha sido “el descuento de los días".

“Larreta jugó el descuento de los días de paro para bajar el nivel de participación en las medidas de fuerza. Hubo docentes que recibieron descuentos de hasta 60 mil pesos y hubo un fallo que prohibió los descuentos, pero no lo cumplieron".