El ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, debutó con un mensaje directo en las tertulias aún virtuales de la Cámara de Empresas Estadounidenses (AMCHAM): explicó que para un mejor relacionamiento entre el poder político y el Círculo Rojo es pertinente cuidar los mensajes posteriores a las reuniones privadas, y fue concreto con una de las obsesiones del Gobierno. “Hay que dejar a los intermediarios, porque no transmiten lo que pensamos, de uno y otro lado”, destacó. En paralelo, invitó a los empresarios a discutir el contexto de la creación de empleo y “acuerdos de previsibilidad” y habló de la recuperación económica. 

Según supo Página I12, la exposición del ministro se prolongó por algo más de 40 minutos, previa introducción particular pero real del jefe de la AMCHAM. “Somos los embajadores argentinos ante Estados Unidos”, mencionó Alejandro Díaz, reflejando así una de las características de la entidad. Una especie de apéndice extra tierra de los intereses y referencias de los gobiernos de los Estados Unidos.

El tono del discurso de De Pedro no fue muy distinto al que ya mostró en un encuentro que se dio hace unos meses en el Hotel Llao Llao de Bariloche, en el que hijos de empresarios poderosos convocaron a referentes de la política a charlar de actualidad. “Tenemos que salir de los prejuicios hacia un punto de partida nuevo. Venimos de décadas de desencuentros, con un sistema del que nadie está conforme”, expresó. Y agregó que “hay que dejar de lado a los intermediarios que no transmiten lo que pensamos, de uno y otro lado”. Cuentan cerca del ministro que esta cuestión es prioridad en la conducta diaria de De Pedro. Se lo ha escuchado decenas de veces aseverar que de su boca nunca saldrá nada vinculado a las charlas que mantiene con el sector privado. Es en parte por eso el respeto que se ganó en un establishment que está acostumbrado al teléfono descompuesto.

De Pedro no es, sin embargo, el único funcionario que menciona la necesidad de una atomización en la relación con el establishment. Casi todos los cabezas de ministerio están en esa línea. En el caso del titular de Interior, ya hay algo de experiencia en el camino: encargado de la relación con los gobernadores, en cada provincia que visitó trató de tener reuniones con entidades empresarias regionales para atender cuestiones particulares de cada región, corriendo a las entidades madre nacionales. Esa dinámica viene desde el 2020, cuando charló en el Interior sobre el Plan de Desarrollo Federal de obras. Todo con un estilo directo pero alejado de polémicas estériles.

Con esa impronta perfil bajo, logró hacer pie en rodeo ajeno. Este año, por caso, estaba invitado a otros dos polos empresarios que quedaron a confirmación luego del inicio de la pandemia. Una charla en la Fundación Mediterránea, la cuna cordobesa del neoliberalismo; y la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), una entidad que en los años de Mauricio Macri sirvió como plataforma de propuestas y debates para los funcionarios de Cambiemos.

Promediando la charla, también abordó la cuestión económica y resaltó las visitas al interior que están haciendo con los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. “El Estado organiza las condiciones para generar inversiones productivas por eso los indicadores de la reactivación económica muestran que los datos del primer trimestre del PBI dieron cuenta de que la inversión creció 38 por ciento, desde 2020 realizaron inversiones 177 empresas extranjeras que invirtieron 33.673 millones de dólares y 700 empresas nacionales realizaron inversiones en Argentina”, expresó, según consignó un comunicado de AMCHAM. 

“Es necesario buscar nuevas fórmulas para poder proyectar un futuro con empleo y felicidad en la gente. No es un tema de un gobierno o un hombre, es tema de todos. Este es un Gobierno dispuesto a escuchar y construir acuerdos de previsibilidad”, fue uno de los últimos mensajes que dejó. Hacia el final, recibió tres preguntas, pero ninguna referida a asuntos de la política. Lo consultaron sobre Facebook y Google. Destacó allí la relevancia de la conectividad y de Internet. Y concluyó que "la fibra y los celulares son necesidades básicas como el agua y la luz, para cualquier región del país".