El 9,4 por ciento de los porteños se encontraban desempleados durante el segundo trimestre de este año. La cifra evidencia un desenso significativo respecto del 14,7 por ciento registrado en el mismo período del año pasado, época de pleno parate de la economía por la pandemia. No obstante, la mejora registrada no evitó que se profundizaran dos brechas históricas: las diferencias de género en perjuicio de la mujer y la geográfica en detrimento de los barrios de la zona sur.

El 9,4 por ciento de desempleo general para toda la Ciudad alcanzó en un 8,2 por ciento entre los varones y en un 10,6 por ciento en las mujeres. En el segundo trimestre de 2020 la diferencia fue del 14,4 por ciento para hombres y  15 por ciento para mujeres. Si bien los porcentajes mejoraron, en doce meses la relación pasó de 1,04 mujeres desocupadas por cada varón a 1,29.

En cuanto a la composición geográfica, los barrios de la zona Norte tuvieron un 5,4 por ciento de desempleo, los de la zona Centro un 8,8 por ciento y los de la zona Sur un 14,2 por ciento. Hace doce meses el desempleo había sido del 8,6 porciento en la zona Norte, 14,7 por ciento en el Centro y 21 por ciento en la zona Sur. En este caso, si bien la reducción en puntos porcentuales fue mayor en los barrios del sur, la relación de la cantidad de desocupados respecto de los del norte se amplió de 2,44 a 2,63.

Los datos los publicó la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, que además observó "una modificación llamativa en los indicadores básicos del mercado laboral". Durante el segundo y tercer trimestre del año anterior, se registró un gran aumento interanual de las personas suspendidas de su puesto de trabajo en relación de dependencia o que no asisten a su puesto de trabajo por otras causas laborales. A partir del cuarto trimestre del año anterior, esta tendencia disminuyó significativamente, sin embargo durante el segundo trimestre de este año, vuelve a revertirse la tendencia, asociada al retorno a ciertas restricciones durante el mismo.

Las personas que tenían un puesto de trabajo y se encuentran suspendidas o no concurrieron por causas laborales, suman en total más de 35.000. De esta población resultan dos grandes grupos: 21.117 personas ocupadas, que representan un 60 por ciento y se las define como aquellas suspendidas de su puesto de trabajo que reciben pago o no asisten a su puesto de trabajo por otra causa laboral, pero tienen seguridad de retorno y las 14.070 no ocupadas de las cuales a su vez, el 60,8 por ciento son población desocupada.

El resto de las variables tuvo mejoras interanuales en línea con la tasa de desocupación, aunque aún no logran alcanzar los niveles de 2019 previos a la pandemia: la de actividad alcanzó el 53,1 por ciento, 6,2 puntos porcentuales por encima de 2020 pero casi 4 por debajo del 2019. La de empleo se ubicó en 48,1 por ciento, incrementándose 8,1 puntos con respecto a 2020 pero casi 3 puntos abajo de 2019. En valores absolutos, hubo un aumento interanual de la población ocupada de 250.071 personas, además de una reducción en la cantidad de personas desocupadas de 57.949. 

Por otra parte, el 76,2 por ciento de la población ocupada residente en la ciudad es asalariada, mientras que el 20,2 por ciento trabaja como cuentapropista. El 11,7 por ciento de la población ocupada presta tareas en actividades industriales y de construcción; y un 15 por ciento en comercio. Del resto, el 72 por ciento de la población ocupada lo hace en distintas actividades de servicios, tanto del sector privado como en el ámbito público.

Casi siete de cada diez ocupados de la Ciudad de Buenos Aires tienen estudios de nivel superior y un 41,3 por ciento de la población ocupada completó los universitarios. Asimismo, del total de la población ocupada, 21,6 por ciento declaró que la cantidad de horas trabajadas en su ocupación principal se modificó por la situación de emergencia sanitaria, mientras que para el 69,3 por ciento dicha modificación fue a la baja. El 33,5 por ciento de la población ocupada cambió el lugar de trabajo desde la declaración del ASPO. De ese grupo, el 77,7 por ciento trabajó desde su domicilio o realizó teletrabajo.