En medio de la campaña electoral, uno de los caballitos de batalla de Juntos por el Cambio, con el expresidente Mauricio Macri a la cabeza, es que durante el gobierno anterior el volumen emitido de deuda fue inferior al del segundo período de Cristina Fernández y que al actual mandato de Alberto Fernández. Asimismo, la oposición trata de imponer la idea de que el descalabro económico del macrismo se resume a una reacción de espanto ante la posibilidad de retorno al poder del kirchnerismo.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) publicó un informe que pone de manifiesto el artilugio que utiliza Juntos por el Cambio para cuantificar la deuda pública. Además, detalla los últimos dos años de gestión de Macri, lo cual deja en evidencia que la caída libre estuvo relacionada al modelo económico.

Deuda

En una reciente entrevista televisiva, Mauricio Macri mostró un gráfico según el cual su gobierno emitió deuda por un promedio de 12 mil millones de dólares al año, por debajo de los 17,6 mil millones promedio del segundo mandato de CFK y también inferior a la media de 33,7 mil millones del primer año de Alberto Fernández y de 27,1 mil millones que promediarían el segundo año del actual gobierno.

El artilugio consiste en sumar deuda en pesos con deuda nominada en moneda extranjera. Esta operación es confusa, ya que son prácticamente nulos los casos en los que un gobierno defoltea deuda en moneda doméstica, a diferencia de la deuda en moneda extranjera. En el primer caso, se puede recurrir a la emisión monetaria para pagar, mientras que en el segundo no hay otra posibilidad que la obtención de divisas a través del comercio exterior o del sector financiero.

De modo que si solo se toman los compromisos de deuda extranjera, el promedio anual del segundo gobierno de CFK fue de apenas 700 millones y el de Alberto Fernández de -6 mil millones, producto del efecto del canje de deuda con los acreedores privados. En cambio, el promedio anual de Macri de emisión de deuda foránea es de 23 mil millones de dólares.

2018-2019

"El comienzo del colapso puede rastrearse hacia fines de 2017. A partir de allí, el dólar entró en una fase de aceleración que arrastró consigo buena parte de las variables macro. La cotización del dólar pasó de 17 pesos a fines de 2017 a 45,5 pesos en la rueda previa a las PASO. Es decir, el tipo de cambio subió 163 por ciento en menos de 2 años, lo cual significó una pérdida del valor de la moneda nacional superior al 60 por ciento. Esta fenomenal destrucción de valor se dio previo a las PASO y está vinculada al esquema de desregulación cambiaria que aplicó el BCRA desde diciembre de 2015", explica el informe del CEPA.

En paralelo a la escalada del dólar, los bonos soberanos comenzaron a mostrar fuertes síntomas de agotamiento y revirtieron la tendencia alcista previa. "El mercado consolidó la idea de que Argentina no iba a poder pagar sus compromisos en divisas. Desde comienzos de 2018 y hasta el día previo a las PASO, el Riesgo País argentino había subido 92 por ciento. Mientras ese riesgo bajaba en la región, se disparaba notablemente en Argentina", continúa el documento.

En cuanto al mercado de acciones, que refleja el valor de las empresas más grandes que operan en el país, luego de los máximos registrados a principios de 2018, los títulos de las firmas se depreciaron a la mitad en tan solo 8 meses. De modo que en ese período el MerVal medido en dólares cayó un 46 por ciento.

"Por ello, las afirmaciones que intentan vincular el cierre de los mercados de deuda con las elecciones presidenciales PASO y el 'miedo al kirchnerismo' son lisa y llanamente una mentira. El acceso a los mercados lo perdió el propio gobierno de Cambiemos en abril de 2018, 1 año y 5 meses antes de que se celebraran las PASO. Por cierto, ningún país con acceso a los mercados llama al FMI", concluye el CEPA.

Post-PASO

Luego de la sorpresa electoral de las PASO, todas las tendencias negativas se aceleraron. Esa respuesta se explica en parte por la miniburbuja financiera armada meses antes de la elección con encuestas favorables al oficialismo. 

Por el otro lado, fue notable la inactividad del Gobierno para morigerar los impactos que generó el resultado electoral. "Lejos de intentar controlar el daño, se tomó una postura de 'dejar hacer para castigar al electorado'. Los impactos de esa inactividad se siguen pagando, con una serie de consecuencias negativas como el quiebre del mercado de pesos, la fenomenal salida de depósitos de casi 15 mil millones de dólares  y la pérdida de reservas internacionales", cierra el informe.