El Estado Islámico (EI) se atribuyó el doble atentado que provocó una matanza en inmediaciones del aeropuerto de Kabul, la capital afgana, de acuerdo a un mensaje difundido por el canal de la milicia extremista en Telegram.

Dos suicidas con explosivos y hombres armados con fusiles atacaron a una multitud en la entrada de la terminal aérea, donde en los últimos días se concentra la evacuación de los que quieren huir del país tras la toma del poder por los talibanes.

La rama afgana del EI, denominado ISIS-K, reivindicó el atentado y precisó que un atacante suicida, a quien identificaron, detonó un chaleco explosivo entre los afganos y las fuerzas estadounidenses. 

Esto coincide con lo relatado por el general Kenneth F. McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, que responsabilizó a la milicia extremista del ataque en el que 12 militares norteamericanos murieron y otros 15 resultaron heridos.

La cadena de noticias afgana TOLO informó que el estallido se dio en el acceso al aeropuerto entre la multitud que esperaba por una oportunidad de abordar una aeronave. 

Los talibanes, que controlan las afueras del aeropuerto, cifraron los muertos en

Por su parte, Paul Farthing, un exmilitar británico que presenció el ataque desde un auto, dijo que vio a uno de los agresores armado con un fusil AK-47. "De repente oímos disparos y nuestro vehículo fue atacado, y si nuestro conductor no hubiera dado la vuelta, habría sido baleado en la cabeza por un hombre con una AK-47", escribió Farthing en Twitter.

Los talibanes, que controlan las afueras del aeropuerto, cifraron los muertos en "entre 13 y 20" y los heridos en 52, condenaron los ataques y dijeron que "tuvieron lugar en una zona donde la seguridad está en manos de las fuerzas estadounidenses".

La milicia islamista talibán "condena enérgicamente los ataques contra civiles en el aeropuerto de Kabul", dijo su vocero, Zabihullah Mujahid, por Twitter.

Los ataques de este jueves, los primeros de su tipo contra civiles afganos y ciudadanos extranjeros desde que los talibanes reconquistaron el poder en Afganistán, llegaron horas después de que varios países occidentales advirtieran sobre atentados inminentes en el aeropuerto internacional de la capital afgana por parte del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que se ha nutrido de extalibanes con una visión del islam aún más extremista que la oficial del movimiento afgano.

Hamid Karzai International Airport, zona de conflicto

En la última semana, el aeropuerto de Kabul fue escenario de algunas de las imágenes más dramáticas, y desde allí han salido un vuelo tras otro para sacar a quienes temen represalias por haber colaborado o trabajado para las fuerzas extranjeras o que los talibanes vuelvan a imponer el brutal régimen que caracterizó a su anterior Gobierno hasta que fue derrocado por una invasión internacional liderada por Estados Unidos, en 2001.

Los talibanes han insistido en que todas las tropas extranjeras deben salir de Afganistán para el 31 de agosto, la fecha fijada por Estados Unidos para completar su retirada, y que las evacuaciones deben cesar también ese día.

La Casa Blanca informó que 101.300 personas fueron evacuadas ya de Afganistán desde fines de julio, 95.700 de ellas desde la toma del poder por los talibanes y 5.000 por parte de Estados Unidos en las últimas 24 horas. Asimismo, notificaron que pese a lo ocurrido este jueves, continuarán con el plan establecido, en referencia a la evacuación de "alrededor de mil estadounidenses" de Afganistán antes del 31 de agosto.

En tanto, otros países ya habían terminado con sus evacuaciones para dar paso a la retirada de sus soldados y diplomáticos antes de los atentados, tal es el caso de Alemania que lo hizo este jueves, según anunció su ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer.

Horas antes de los atentados, el Reino Unido había dicho que un "ataque terrorista" podría ocurrir en horas, y Bélgica que había una amenaza de un "atentado suicida".

Finalmente, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido pidieron a sus ciudadanos no ir al aeropuerto, y la Cancillería australiana dijo que había una "muy alta amenaza de un ataque terrorista".

ISIS-K

Meses después de que ISIS declarara un califato en Irak y Siria en 2014, antiguos talibanes paquistaníes le juraron lealtad y se unieron a otros militantes en Afganistán para formar un capítulo regional. La dirigencia central de ISIS reconoció formalmente al grupo un año después de que se instalara en el nordeste de Afganistán, en las provincias de Kunar, Nangarhar y Nuristán. El grupo también estableció células en otras partes de Pakistán y Afganistán, incluyendo Kabul, según monitores de la ONU.

El ISIS-K reivindicó algunos de los ataques más salvajes de los últimos años en Afganistán y Pakistán. Masacró civiles en ambos países en mezquitas, santuarios, plazas y hospitales.

El grupo sunita extremista ha atacado sobre todo a musulmanes que considera herejes, en particular a los chiitas. En agosto de 2019 reivindicó un atentado contra los chiitas en una boda en Kabul, en la que murieron 91 personas.