"Tengo la posibilidad de hacer algo que no mucha gente en Israel pudo, y por eso mismo quiero hacerlo bien. Quiero mostrar que hay artistas en otros países, por fuera de los angloparlantes. Hay demasiada música sucediendo, y estos artistas siempre terminan en playlists de world music. El mundo es el mundo, estamos  experimentando la globalización, ¡toda la música es world music!", dice entre risas Noga Erez, cantante, compositora y multiinstrumentista israelí, desde su cuartel general en Tel Aviv.

Ahora mismo, la artista de flequillo, trajes sastre oversize y mirada de estar harta del mundo se encuentra de gira por Estados Unidos presentando KIDS, su segundo álbum, publicado este año. Está siendo una gira consagratoria que afortunadamente pudo realizar, porque Erez temía que hubiera que cancelarla por la pandemia de covid-19. "KIDS fue muy bien recibido. Lo lanzamos en marzo y sigue sucediendo. Todavía tengo mucho camino por delante con el álbum: girar y que lo sigan descubriendo", cuenta, ilusionada. "Di muchos shows en Israel, y es buenísimo para tocarlo en vivo. Pero estamos en la era de la incertidumbre y siempre es mejor practicar la flexibilidad."

Mientras tanto, trabaja en la edición en álbum de Kids Against the Machine, una serie de sesiones en vivo acústicas donde reinterpreta las canciones del disco rodeada de una numerosa banda y con puestas en escena teatrales. Y es en ese ejercicio de despojar las canciones hasta su mínima expresión donde termina de quedar clara la originalidad, la fuerza y el brillo de Erez como compositora.

► En el radar

Noga Erez es una de las artistas con mayor proyección internacional no solamente en su país sino en toda esa región. Un comercial de Apple usó su canción Dance While you Shoot (originalmente en Off the Radar, su álbum debut), lo cual parece casi una ironía dado que la canción trata sobre las contradicciones que encarna ella en su vida, donde como aseguró en una entrevista, su "mera existencia privilegiada significa el daño de otrxs". También llegó a escenarios de gran validación internacional como Lollapalooza y SxSW.

Seguramente su alcance tenga que ver con que canta en inglés, pero también con lo compacta y redonda que es la colección de canciones que constituye KIDS, que la posiciona como un híbrido entre cantante y MC de humores cambiantes, y de letras muchas veces sórdidas que contrastan con la coolness infinita de su interpretación. También por lo internacional de su sonido, retro y moderno, novedoso pero nostálgico a la vez, que remite a la más reciente época dorada del pop y el soul británico de herencia global, desde Lily Allen hasta The Streets, de MIA a Amy Winehouse, de Gorillaz a Mark Ronson.

"Definitivamente hay influencia de todos esos artistas" afirma Erez, que tiene 31 años y se corresponde generacionalmente con ese momento de la música. "Siempre que nos preguntan cuál es el mejor consejo de producción que podemos dar, diríamos 'robá'. Todos los grandes artistas tomaron algo de afuera y lo hicieron propio." Para este disco crearon una playlist de influencias que luego pusieron a disposición del público. Erez es una sana hija de su tiempo, de la hibridación cultural y los no lugares: "La gente espera que por ser de aquí use instrumentaciones de medio oriente, pero la realidad es que crecí escuchando artistas occidentales", reflexiona.

¿Y la escena musical en Tel Aviv? A Noga le encantaría que tuviera más visibilidad internacional, más allá de los djs y los clubes, aunque a ella le cuesta inscribirse dentro de una escena. "Tiene que ver con mi naturaleza como ser humano: siempre fui de tener muy poca gente a mi alrededor y no buscar la socialización", dice y se ríe. "Así que me cuesta sentirme parte de alguna escena pero la hay. El panorama musical de Tel Aviv es muy vital y diverso. Es una ciudad muy pequeña y todo el mundo colabora entre sí."

Ella misma no trabaja sola: siempre que habla en primera persona del plural se refiere a ella y a su media naranja creativa y también en la vida: el músico y productor Rousso. Juntos componen y arreglan todas las canciones, y suya es la voz masculina que la acompaña en varios tracks.

► Música para pastillas

Las letras de Noga Erez suelen girar alrededor de tópicos densos y oscuros, en muchos casos con fuerte carga social. Pero la producción clubera, urbana, es espléndida. "Es una decisión artística que dice mucho sobre el punto de vista", explica. "Cuando escribo sobre cosas tristes o traumáticas raramente lo hago mientras me están sucediendo. Puedo hacerlo porque ya logré mirarlas con cierta distancia y eso me permite el humor y la ironía. El dolor es una parte de la vida y elijo no tomarme tan en serio. Tampoco me gusta armar mucho drama: me gusta hablar de emociones, mostrarle a la gente algo de mi insight, pero no quiero que sea algo tan solemne. Así que si tengo un mensaje muy oscuro para dar lo envuelvo en colores brillantes: mantiene el drama bajo control."

Lo que más la inspira, dice, es la música: "Sonará banal pero es así. Cuando no me siento inspirada, escucho mucha música y muchas cosas salen de ahí". Pero también la inspira la vida misma, las cosas que la gente a su alrededor dice y hace. "Trato de tener mis ojos abiertos e incorporar todo lo que pasa a mi alrededor para tener material para trabajar", dice.

Muchas veces sus temas aparecen a partir de una palabra. En ocasiones, el título antecede la canción. Y ejemplifica con Cipi, la primera canción de KIDS, que es uno de esos casos. "Es un nombre de señora muy común en Israel, pero ya no hay niñas que se llamen así", cuenta Noga. Pero también es la abreviatura de cipralex, un ansiolítico similar al Xanax que la artista suele consumir. "Quería una canción con nombre de mujer, como Eleanor Rigby, y ese nombre también aplica a pastillas que te hacen sentir mejor."

Otra canción del álbum que empezó por el título es Story: "Una palabra que ahora se usa mucho, por las Instagram stories. Pero a su vez es una palabra tan clásica… es big thing. Todo se trata de historias. Las historias que nos contamos a nosotros mismos... Nuestra visión del mundo no es necesariamente lo que está pasando, es una historia". Evidentemente, cuestiones como el punto de vista y la subjetividad la obsesionan.

► El corte inglés

"Creo que debería llegar al momento donde me permita expresarme musicalmente en mi lengua madre", dice, consultada por si tiene pensado largar música en hebreo. "Es un privilegio: no todo el mundo que canta en inglés además habla, sueña y siente con palabras de otra lengua. El inglés lo uso para crear, y siempre tengo que pasar por cierto tipo de proceso de traducción para poner en palabras ese pensamiento o sentimiento. Hay algo que se pierde en el camino. Así que alguna vez me gustaría tener una conexión más directa entre lo que siento y lo que digo, pero no creo que pase próximamente. Todavía tengo mucho trabajo que hacer en inglés", reflexiona.

Igual lo israelí, más allá del idioma, está inherentemente presente en todas sus creaciones: "Si bien el lugar de donde vengo tal vez no se vea muy reflejado en mi sonido, líricamente es otra cuestión. Toco temas en mis letras que tienen que ver con la realidad de mi país, que es el permanente conflicto. Un área en donde muchas cosas pasan a través de la violencia. Quiero verme reflejada en mi arte, entonces eso es algo que no puedo negar a la hora de escribir. Es algo que está ahí, algo que estoy constantemente intentando procesar".