En Casa Rosada aseguran que hoy a las 23 horas habrá festejos --medidos, cautos-- en el búnker del Frente de Todos. Es una expresión de deseo, también una necesidad. El resultado que surja de las elecciones legislativas marcará la capacidad de acción que tendrá el Gobierno en los próximos dos años, fogoneará el clima interno de la coalición y moldeará las expectativas de cara a 2023. La esperanza del peronismo en romper la racha negativa que arrastra desde 2005 en comicios de medio término recae en tres variables: el acelerado ritmo de vacunación, los síntomas de recuperación económica y, sobre todo, la unidad del espacio. “La historia demuestra que cuando estuvimos separados, el país debió soportar una experiencia dramática como el gobierno de Macri”, es la máxima que lanzan en el oficialismo cada vez que se habla de divisiones. La foto de la unidad volverá a repetirse esta noche en Chacarita, en donde la presencia de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner concentrará todas las miradas.

Ya sea por cábala o comodidad, el Complejo Cultural “C”, el mismo centro de campaña en donde celebró el triunfo presidencial de 2019, es el lugar elegido por el FdT para esperar los resultados de las PASO. Los precandidatos, funcionarios y dirigentes nacionales, provinciales y porteños se acercarán al centro de campaña después de las 18 horas, una vez cerradas las urnas. El Presidente votará por la mañana en la Universidad Católica Argentina (UCA), en el barrio porteño de Puerto Madero. Luego pasará el día en la quinta de Olivos junto a sus colaboradores. La vicepresidenta depositará su voto en el Colegio Secundario N° 19 de Río Gallegos y por la tarde regresará a Buenos Aires. Axel Kicillof, por su parte, lo hará a las 11.30 en la escuela de Formación Superior de Salud, a dos cuadras de la Casa de Gobierno en La Plata y minutos después brindará una conferencia de prensa en el Teatro Metro. Entrada la noche, los tres partirán hacia el búnker en la Ciudad.

La suerte del Frente de Todos dependerá en gran medida del desempeño que logre en la provincia de Buenos Aires en donde, a diferencia de 2017 --cuando CFK ganó las Primarias, pero perdió las generales--, cuenta con el impulso de todos los intendentes peronistas alineados y los resortes del Estado nacional y provincial. Las fichas del oficialismo, los plenos, están puestos en la Tercera sección electoral, sur y oeste del conurbano, donde asumen que sacarán una contundente ventaja. En contraposición, el panorama en el interior bonaerense es adverso y equilibra la balanza. “La interna entre el PRO y la UCR le otorgó volumen a la espacio”, admiten en la Casa de Gobierno de La Plata. El desempate, confían, llegará de la mano de los más de 4 millones y medio de personas que votan en los 24 municipios de la Primera Sección, norte y oeste del conurbano. El oficialismo espera que las cuentas cierren con una holgura suficiente como para empujar la elección nacional desde el distrito que representa casi el 40 por ciento del padrón electoral.

El rol de los jefes comunales fue fundamental para sostener la paz social en medio de la crisis y, en silencio, con más presencia en el territorio que en los medios, fueron claves en el armado y en la campaña. Se sumaron a la mesa chica del FdT, arrimaron posiciones con Máximo Kirchner en el PJ, y nutrieron las listas en toda la Provincia. A modo de balance, también resaltan que la unidad quedó demostrada en la alta exposición que tuvieron las figuras de la coalición las últimas semanas. “Alberto, Cristina, Axel, Máximo y Sergio recorrieron los distritos. Los funcionarios repartieron boletas. Nadie se guardó”, remarcan.

En el resto del país, la proyección es que se repetirá un escenario similar al de 2019, pero con un caudal electoral significativamente menor. El impacto de la pandemia y la crisis económica que se arrastra desde 2018 configuran un escenario de alta apatía. Los niveles de participación y voto en blanco son una incógnita. En ese contexto, esperan resultados favorables en las provincias del norte y sur del país y complicaciones en el centro (Córdoba, Mendoza, CABA y Santa Fe). El panorama en este último distrito es incierto y seguido de cerca por la tensa disputa entre el gobernador Omar Perotti y el exministro Agustín Rossi.

El manejo sanitario de la pandemia y la situación económica serán las dos áreas de la gestión a plebiscitar. Postergar las PASO, entienden en Casa Rosada, fue un acierto sanitario. “Gracias al consenso con los bloques de la oposición pudimos alcanzar cinco semanas de vacunación, donde se aplicaron más de 12 millones de dosis”, celebró el ministro del interior Eduardo de Pedro. El avanzado proceso de inmunización --con 47 millones de dosis aplicadas-- permitió, al mismo tiempo, tener restricciones más laxas y una mejor situación económica. Los datos de recuperación de la actividad son evidentes. Lo reconoció el propio presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja. “Más del 65 por ciento de los sectores industriales están por encima del 2019”, dijo. ¿Se percibe en la calle? De los 194 mil puestos de trabajo registrados destruidos en la pandemia, se recuperaron cerca de 100 mil a mayo. Los salarios están 2,2 puntos por encima de diciembre de 2020, marcan un leve crecimiento por encima de la inflación en lo que va del año, pero un 3,8 por ciento por debajo en términos interanuales (RIPTE). Imposible descifrar cómo se traducirá todo esto en las urnas. Desde el FdT sostienen que su votante va a defender el modelo productivo y de empleo que impulsan. De ahí que, con asiduas visitas a fábricas bonaerenses, ese haya sido su principal eje de campaña.

Lo cierto es que está todo por verse. Una contundente victoria del oficialismo consolidará el proceso de unidad y acelerará los tiempos de la gestión; un triunfo ajustado se festejará, pero abrirá interrogantes de cara a las elecciones generales; una derrota planteará la necesidad de encarar cambios profundos y sacará a relucir las diferencias internas. En el Gobierno son optimistas. “Nuestro electorado va a renovar su voto de confianza, su compromiso con el modelo sigue vigente”, confían.