Luis Paz, ex manager de boxeo y padre del asesinado Martín "Fantasma" Paz, se sentó finalmente en el banquillo de los acusados como capo narco. Lo hizo ayer ante el Tribunal Oral Federal de Santa Fe que comenzó a juzgarlo como jefe de una organización narcocriminal que operaba en la capital provincial, Rosario y Villa Constitución, una organización que funcionó aceitada hasta diciembre del 2018 cuando un grupo de hombres y mujeres de la Policía Federal al mando del fiscal federal, Walter Rodríguez, acabó con sus andadas. En la causa se lo nombraba como "El jefe”, “El tío” o “El señor de los cielos”, en directa alusión al apodo del recordado capo narco del estado mexicano de Sinaloa, Amado Carrillo Fuentes.

En rigor, Paz se sentó en una sala de la cárcel federal de Rawson para presenciar la jornada inaugural del juicio oral y público, que tuvo su arranque pasadas las 10 y se dio ante un tribunal conformado por tres jueces rosarinos: Germán Sutter Schneider, Mario Gambacorta y Eugenio Martínez Ferrero. Mientras que la acusación estuvo a cargo del fiscal general, Martín Suárez Faisal y la defensa por parte de las abogadas Alexia Dimiropoulos y Marta Elsa Fabich. 

Previo al inicio del juicio, se llevó a cabo una audiencia en donde el resto de los imputados que también tiene la causa acordaron cerrar penas abreviadas. Se trata del arquitecto Andrés Fernando Canteli, oriundo de Santa Fe, y Hugo “Gali” Díaz, Carlos Suárez y Claudia López, con residencia en Villa Constitución.

La detención de Paz, de 66 años, tuvo lugar el 10 de diciembre del 2018 tras 24 allanamientos que concretó personal policial de la Policía Federal de Buenos Aires.

Paz está acusado de "haber organizado actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico interjurisdiccional con esporádicos aportes de financiamiento, encabezando una estructura jerárquica caracterizada por la división de funciones y alternancia de algunos de sus miembros ejecutores, desde tiempo relativamente indeterminado pero con punto de partida en 2012 y cuya duración se prolongó hasta el 10 de diciembre de 2018, fecha en la que se produjo su detención”.

Por la investigación del fiscal Rodríguez, Paz fue procesado por el juez federal Francisco Miño como “organizador y financiador de tráfico de estupefacientes y tenencia con fines de comercialización, agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada”.

El vínculo de Paz con Santa Fe se dio luego de que el comerciante se radicó en el country Los Molinos, ubicado entre Santa Fe y Recreo. Allí buscó ocultarse de sicarios de la banda de Los Monos, a los cuales siempre se les reprochó el crimen de su hijo Martín, ocurrido en septiembre del 2012 cuando fue acribillado a balazos en Entre Ríos y 27 de Febrero en Rosario. 

Casualmente, el BMW blanco en el cual circulaba Paz antes de ser rematado a balazos, fue el que encontraron agentes de la Prefectura Naval Argentina por la causa que investigó a otro capo narco que residía en el barrio costero de Alto Verde: Sergio “Zurdo” Villarroel, condenado en 2018 a nueve años de prisión efectiva como el organizador de una banda proveía de estupefacientes a distintos puntos de venta de la ciudad y la región. Durante su estadía en Santa Fe, Paz concretó una serie de operaciones comerciales, como, por ejemplo, la compra de inmuebles y de cinco terrenos en el country Los Molinos. Además, poseía una mansión en el límite de Rosario y Funes cuyos impuestos eran tributados como si fuera un baldío.