Después de dos años, los creyentes de la fe católica en Salta celebraron la Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro. A pesar de que el gobierno provincial había apelado a la madurez de la feligresía para que respetara los protocolos y evitara aglomeraciones, igual pudo verse una gran convocatoria en los alrededores del Monumento 20 de Febrero, lugar donde se realizó el Pacto de Fidelidad. 

La celebración religiosa se realizó en el marco de un amplio operativo de seguridad, que incluyó a 6 mil efectivos de la Policía de Salta, y que comenzó a las 6 de la mañana en toda el área del micro y macrocentro de la Capital. En un horario similar comenzaron a movilizarse los feligreses que durante toda la mañana se dirigieron hacia la Catedral Basílica, ubicada en el microcentro salteño. Y por la tarde, lo hicieron en el Monumento. 

Para la procesión, que arrancó a las 15, la organización del evento había dispuesto "burbujas" con 150 personas como máximo y que iban a estar ubicadas en las veredas del recorrido. Pero a las 14, esos espacios ya habían sido completados, y con ello, se empezaron a ver aglomeraciones de personas en los vallados que se dispusieron alrededor de todo ese perímetro. 

El trayecto fue el mismo de los últimos años, arrancando desde la Catedral, y tomando por la calle España en contramano hasta Zuviría, luego la avenida Belgrano y la avenida Sarmiento hasta la rotonda Monumento 20 de Febrero. Allí se dio paso a 18 puntos de accesos a las diferentes zonas donde los fieles pudieron ver peregrinar a sus Santos Patronos.

Sin embargo, el pedido del gobernador Gustavo Sáenz y el anuncio del protocolo difundido en días anteriores, no evitaron que muchas personas se acercaran. 

"Estamos descontentos con la represión que ustedes hacen acá", les decía una mujer a los policías que estaban ubicados en el vallado de las calles Aniceto Latorre y 20 de Febrero. Inmediatamente, un policía comenzó a filmar y la mujer lo desafió a que lo siguiera haciendo asegurando que estaba protestando porque "no nos dejan pasar, habiendo espacio". 

La mujer dijo que la organización de la procesión fue una falta de respeto para los feligreses de parte de un "inoperante", en referencia al gobernador. La protesta, que fue similar en todos los puntos cercados donde se superaba el centenar de personas, era porque quienes habían ingresado a las burbujas, en determinado momento salían del lugar habilitado, por lo que la gente afirmaba que "si salen 40, que entren 40", pero esto no ocurrió en ningún momento. 

Acceso 9 en calles O”Higgins y Alvear

A pesar de las diversas amenazas de tirar los vallados, eso no llegó a ocurrir en la tarde. Pero sí se dio por la mañana en las cercanías a la Catedral. En ese lugar estaba previsto el ingreso de pequeños grupos cada 30 minutos, pero a media mañana ya se veía un gran número de personas por los alrededores y con pocos ánimos a esperar, por lo que un minúsculo grupo decidió tirar abajo las vallas causando incidentes. 

El operativo de todo el 15 de septiembre fue un trabajo conjunto entre el Arzobispado de Salta, el Ejecutivo provincial, la Municipalidad de la ciudad de Salta, el Samec y el Comité Operativo de Emergencia local. 

El secretario de Protección Ciudadana municipal, Jorge Altamirano, agradeció por un lado a quienes entendieron que se está transitando una crisis sanitaria y se mantuvieron en sus casas o realizaron acciones pequeñas en sus parroquias y siguieron la procesión y el Pacto de Fidelidad desde los medios de comunicación que transmitieron estos actos en vivo. 

Por otro lado, el funcionario pidió disculpas a los fieles que estuvieron cerca de la procesión y expresaron su malestar. Aseguró que cada uno de los accesos ya estaban colmados e informó que hubo grandes concentraciones en las avenidas Belgrano y Sarmiento. "Tenemos que recordar la situación de emergencia sanitaria y (desde la organización) se procuró dar toda la contención posible", aseguró. 

Contó que hubo casos de emergencia en los que adultos mayores se descompusieron por las altas temperaturas y las horas de espera, pero sostuvo que fueron inmediatamente atendidos. A pesar de estos inconvenientes, dijo que el balance de la jornada fue positivo porque se "necesitaba reforzar esta renovación de fe que tiene el pueblo salteño". 

Altamirano recordó que muchos personas de Salta fallecieron por la pandemia y como consecuencia de ello, casi la totalidad de los ciudadanos terminaron conociendo a alguien muerto por la covid-19, por lo que aseguró que es la "misma comunidad la que necesita fortalecer la salud espiritual, que se manifiesta a través de las imágenes" del Señor y la Virgen del Milagro

Más de 370 trabajadores municipales fueron afectados para trabajar durante la celebración religiosa, de las áreas de Protección Ciudadana; Ambiente y Servicios Públicos; Movilidad Ciudadana y Cultura y Turismo. 

Por su parte, el jefe de la Policía de Salta, José Ibarra, felicitó a todo el personal policial y a las instituciones que complementaron el operativo de seguridad. Mientras que el jefe de Prensa de la Policía, Miguel Velárdez, aseguró a Salta/12 que todo el operativo salió a la perfección y resaltó la buena conducta que mantuvieron los feligreses. 

La Fiesta del Milagro es la más antigua y, a la vez, la más actual manifestación de fe de Salta, se realiza desde 1692. Es la segunda de importancia en la Argentina luego de la peregrinación a la Virgen de Luján, patrona de la República. 

¿Habrá más habilitaciones? 

A la salida de la celebración de la misa estacional que se realizó por la mañana de ayer en el marco del Triduo del Milagro, el gobernador Gustavo Sáenz, dijo que la festividad del Milagro es un día importante para la sociedad salteña. Por ello, apeló a la madurez de los feligreses y dijo que la procesión sería algo "clave" para ir analizando "tener más habilitaciones"

Sin  embargo, subrayó que lo más importante era que los fieles renovaran el Pacto de Fidelidad con los patronos. Y pidió al Señor y a la Virgen del Milagro por el fin de la pandemia.

Ni bien concluyó la renovación del Pacto en el Monumento 20 de Febrero, las imágenes volvieron a la Catedral Basílica, cerca de las 20. Para ese horario, el control policial había mermado y la plaza 9 de Julio estaba totalmente colmada. 

Aún así, no se vio la multitudinaria movilización que solía darse en años prepandémicos. Como ejemplo, sólo en la procesión de 2019, se contabilizó a más de 400 mil personas en la ciudad de Salta. 

Las novedades

Una de las novedades que mermó la presencia en las calles, fue que muchas familias optaron por acercarse a la peregrinación que se hizo por los barrios de la ciudad de Salta, con las Imágenes Peregrinas del Señor y de la Virgen del Milagro. Esta procesión se inició a las 12 desde la Catedral Basílica y tuvo un recorrido de 58 kilómetros por la ciudad y era parte de las actividades que se habían previsto para precisamente, mermar el caudal de fieles en la procesión. 

Para esta movilización, las imágenes se montaron en vehículos, por lo que los feligreses sólo tenían la opción de verlos pasar desde sus casas o seguirlos en caravana. Durante el trayecto, la presencia de creyentes fue variando, y en algunos lados, se vio a  centenares de personas a la espera del paso. 

Procesión de las imagenes peregrinas. 

Otra de las novedades es que las imágenes principales del Señor y la Virgen del Milagro, permanecerán entronizadas hasta el 30 de septiembre para que la gente pueda acercarse a la Catedral. Es la primera vez que se toma esta decisión, pues en años anteriores regresaban inmediatamente a las naves laterales del lugar. 

Tras el anuncio, el sacerdote Daniel Ochoa, vocero del Arzobispado de Salta, realizó un "llamado a los ciudadanos para que tengan conciencia del cuidado protocolar para evitar situaciones que eviten la transmisión del covid". 

Indicó que las movilizaciones se tienen que hacer en grupos pequeños. En el interior del templo podrán estar 230 personas, mientras que en la parte lateral, se permitirán 60 personas más.