“Así armen ochenta causas no me van a hacer callar”, señaló ayer la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner ante parlamentarios europeos de izquierda en Bruselas. A su vez agregó criticó la separación de poderes en el país al destacar que “hay presos políticos en las cárceles y genocidas libres”, apuntando al fallo de la Corte Suprema de Justicia que benefició a un represor condenado por delitos de lesa humanidad y lo liberó aplicando la ley del 2x1. 

“Podríamos sintetizar en que estaríamos en una Argentina nuevamente de presos políticos y genocidas libres”, aseguró Fernández de Kirchner ante  los eurolegisladores en Bélgica para graficar el escenario político construido por el macrismo en un año y medio de gobierno. “Hoy en mi país, la Argentina, se van a movilizar miles y miles de argentinos y argentinas convocados por las organizaciones de Derechos Humanos, Madres, Abuelas, Hijos y familiares para repudiar el fallo de la Corte Suprema de la Nación conocido popularmente como el 2x1 que permitirá recuperar la libertad a más de 700 genocidas condenados por delitos de Lesa Humanidad”, dijo anticipando la multitudinaria movilización popular que más tarde se desarrolló en la Plaza de Mayo y agregó que era “esta misma Corte Suprema la que no se pronuncia y demora el recurso que le llegó sobre la libertad de la dirigente social Milagro Sala, presa injustamente acusada de crímenes que no cometió y sometida a un poder feudal en su provincia sin que ningún tribunal mueva un dedo”, reclamando por la situación de la militante social y política presa en Jujuy por orden del gobernador radical aliado a Cambiemos, Gerardo Morales.

La ex presidenta se encuentra finalizando una gira que la llevó por Europa, donde mantuvo encuentros con dirigentes y diputados del viejo continente. En principio recaló en Grecia donde visitó un campo de refugiados y donde mantuvo un encuentro con el primer ministro Alexis Tsipras y el presidente del Parlamento, Nikos Voutsis. Allí le entregaron una condecoración con la imagen de Pericles y luego disertó frente a dirigentes y legisladores del partido gobernante Syriza. Después de pasar por Bruselas iba a ir a Inglaterra para participar de un debate en la universidad de Oxford, pero el fallo de la corte otorgando el 2x1 a un genocida la obligó a suspender su presencia y volver al país.

En el Parlamento europeo Fernández de Kirchner apuntó contra lo que llamó la “estafa electoral” que cristalizó Mauricio Macri, a quien apuntó como “exponente de un neoliberalismo que se abre paso en todo el mundo, incluida Europa”. El oficialismo macrista “se va despojando de los ropajes preelectorales que prometían que la gente no perdería nuevos derechos ni seguiría siendo pobre. Se trata de la más formidable estafa electoral de la que se tiene memoria”, indicó haciendo foco en las promesas incumplidas que Macri dejó en la campaña presidencial de 2015. 

Resaltó el “blindaje mediático” que todavía se sostiene alrededor del presidente, y denunció que los medios se preocupaban más por ella y su marido, el ex presidente fallecido Néstor Kirchner. “Fíjense lo que pasa con el tema de corrupción, uno de los caballitos de batalla del gobierno. Resulta ser que no aparece ninguna cuenta en el exterior de CFK ni de ningún Kirchner. ¿Saben por qué? Por una razón muy sencilla. No tenemos cuentas en paraísos fiscales”, aseguró citando las muchas causas que se siguen en su contra y en las que hasta ahora no han encontrado evidencias firmes. “Quien preside la Argentina y toda su familia no tiene una cuenta, sino veinte”, afirmó poniendo en el ojo de la tormenta a la familia Macri y la investigación periodística Panamá Papers que descubrió empresas off shore del mandatario y casi toda su familia.

“Hoy numerosos países de esta comunidad europea, Grecia, en primer lugar con su 184 por ciento del PIB, Portugal, Italia, España, menos aún Francia, pero una parte importante de Europa hoy está sometida a las mismas tensiones que tuvo Argentina”, indicó la dirigente peronista a la hora de repasar el tema de la deuda externa argentina y compararla con la situación por la que están pasando algunos países europeos que al igual que en la Argentina contrajeron deudas “insostenibles o, peor aún, impagables”.