El fiscal Federico Rébola imputó ayer al comisario y al subcomisario de la seccional 10°, junto a otros cuatro agentes de policía, por los delitos de cohecho, falsedad ideológica e incumplimiento de los deberes "a los fines de incriminar con evidencia falsa a los llamados T. G. y A. R. , a cambio de dinero" para que se acuse a éstos y así favorecer a otras personas. 

El jefe de la comisaría, Gerardo Malpassi; el subcomisario Sebastián Ojeda; los oficiales Walter Graff y Juan Pablo Sosa; la suboficial Natalia Sánchez y el oficial Héctor Mario Dallia -que no pertenecía a la comisaría- fueron acusados de cometer los delitos mencionados con el propósito de beneficiar a una banda de la zona. 

En la secuencia de los hechos, aparece la toma de declaraciones a dos testigos a cambio de dinero. La imputación expresa que se insertaron declaraciones falsas que incriminaban a los dos arrestados. "Posteriormente, estos testigos manifestaron que hicieron esto a cambio de dinero", expresaron desde el Ministerio Público de la Acusación.

En la audiencia, el fiscal planteó que la maniobra "fue concretada a cambio de dinero que la banda de 'Los Pimpis' entregaba regularmente a la comisaría 10ª, siendo además ésta la única explicación lógica por la cual pudieron haber concretado la maniobra a sabiendas de que acarrearía muy probablemente la detención de personas inocentes”.

Ayer, los seis policías quedaron en prisión preventiva por 90 días, por orden del juez Carlos Leiva. Mientras que los detenidos con datos falsos recuperaron la libertad.