Acciones en simultáneo en el Gigante de Arroyito y el Coloso del Parque determinaron el lugar donde los barras guardan banderas y bombos, a días de que vuelve el público a los estadios. El operativo tuvo personal de Gendarmería y Grupo de Operaciones Tácticas. No hubo sustracción de lo que encontraron pero en el caso de Newell’s se debió forzar una puerta de hierro, muy bien amurada, dado que solo los barras tenían acceso al lugar. Además, en el marco de “acciones antibarras”, el Ministerio de Seguridad de la provincia emplazó a directivos de ambas instituciones a realizar algunas obras que ayuden a la prevención en los operativos de seguridad.

El domingo vuelven los hinchas a los estadios de todo el país, y en la ciudad, como medida de prevención, se revisaron los dos estadios. Tanto en el Gigante como en el Coloso se encontraron bombos y banderas, las que la barra utilizada en las tribunas en cada partido. Pero a diferencia de Central, en Newell’s todo estaba guardado en una habitación con alarma de la cual solo tenía acceso la barra, en clara concesión que realizaba la dirigencia que administró el club hasta la semana pasada.

Los procedimientos fueron acompañados por el Grupo de Operaciones Tácticas (GOT) de la Dirección General de Seguridad Rural “Los Pumas” y por la Policía de Acción Táctica (PAT) “con motivo del inminente regreso de público a los estadios, por una parte, y de la necesidad de disuadir avances coercitivos de las barrabravas en la vida institucional de los clubes”, según informó el Ministerio de Seguridad de la provincia.

En el Coloso del Parque, la inspección comprobó que la habitación de los barras estaba con alarma y cerrada con llave en poder de los violentos. La puerta de hierro demandó trabajo para lograr forzarse, tarea que la policía realizó sin tener orden de allanamiento. A pesar del nivel de seguridad que tenía la habitación, en su interior solo había bombos y banderas. “No estamos dispuestos a conceder que haya salas fortificadas a las que la autoridad policial no tenga acceso. El regreso del público a los estadios requiere acciones contundentes de afirmación de la autoridad legal para mantener a los violentos lejos de los estadios”, expresó el subsecretario de Seguridad Preventiva, Diego Llumá. “Durante la operación de seguridad preventiva estuvieron presentes autoridades del club a las que notificamos que además a los efectos de apuntalar la seguridad, las normas de convivencia, y poner coto a que los violentos se impongan a través de la coerción, resulta imperativo remover la gigantografía ubicada en la punta Este del camping, en Pueyrredón y Morcillo, pues cubre la visión del domo de seguridad que da sobre los parrilleros y completar la red de video seguridad para evitar que existan puntos ciegos que liberen espacios, por caso el de los parrilleros, que beneficien su uso a los violentos”, agregó el funcionario.

El presidente de Newell’s, Ignacio Astore, se mostró sorprendido por la actuación ayer de la policía en las instalaciones del parque Independencia. "El tema de la seguridad lo habíamos hablado con Llumá, pero hoy (por ayer) fueron al club y violentaron la puerta de un inmueble privado. Eso no corresponde, es un abuso de autoridad sin una orden de allanamiento”, lamentó Astore a LT8. “Llegué hace ocho días al club, que viene de tres años y medio de muchos vicios. Yo no me voy a manejar con custodia, voy a hacerlo de manera normal como lo hice toda la vida. Ningún presidente del fútbol argentino se maneja con autos blindados y custodia. Está claro que esto no es resultado de mi gestión”, subrayó Astore, en referencia al ex vicepresidente Cristian D’Amico, de conocidos vínculos con los violentos en el club.

En Central, en cambio, las exigencias del Ministerio de Seguridad para las autoridades canayas son por remodelaciones que deben realizarse en el estadio, donde el domingo vuelven 20 mil socios a presenciar el partido con Argentinos. ”Se instruyó al club el imperativo de remover antes del viernes la pintada ubicada detrás de uno de los arcos con la consigna `Los Guerreros’, referencia a la barrabrava de Central, como sí también la estructura de caños que ocupa la parte superior de la popular, ese vestigio de lo que fueron cabinas de transmisión durante el Campeonato Mundial de 1978, hoy supone un riesgo a la seguridad y salud de las personas que de manera sistemática se trepan a la misma. Esta estructura es la base de una liturgia de validación social inadmisible de la barrabrava”, aseveró Llumá.

Por otra parte, el funcionario provincial agregó que se ordenó a la entidad “remover de inmediato toda pertenencia que pudiera haber de la barrabrava y pudiera estar acopiada dentro del club”. “Todo objeto hallado en los depósitos blindados fue identificado con un número y los representantes del club se hicieron responsables de la propiedad de los mismos y se comprometieron a sacarlos del club. Con asesoramiento de los especialistas técnicos de la Subsecretaría de Seguridad Preventiva, el club deberá completar la red de video seguridad para evitar que existan puntos ciegos que beneficien el uso del espacio a los violentos”, añadió Llumá.

El viernes el Gigante de Arroyito volverá a ser inspeccionado a fin de constatar el cumplimiento de las exigencias elevadas ayer por las autoridades provinciales. De esta manera el estadio quedará habilitado para recibir público el domingo a las 13.30. El partido con Argentinos será el primero con público desde febrero de 2020. Al tener solo 20 mil ubicaciones habilitadas se tomarán medidas de prevención más exigentes. Los asistentes no solo deberán ser socios del club para poder ingresar sino que además tendrán que superar el control de Tribuna Segura y deberán probar que tienen al menos una aplicación de una vacuna contra el coronavirus. Aún no se determinó cómo se certificará que se está inmunizado pero se evalúa la exigencia de tener instalada en el teléfono celular la aplicación Mi Argentina, la cual cuenta con la información sobre cada uno que la instale.