La lava proveniente del volcán Cumbre Vieja en la isla española de La Palma, que entró en erupción hace más de una semana, alcanzó el mar durante la noche de este martes, según anunció el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).

"La colada de lava ha llegado al mar en Playa Nueva", señaló Involcan en Twitter. Este suceso genera inquietud entre los especialistas porque puede generar explosiones, olas de agua hirviendo o incluso nubes tóxicas. Según la televisión regional de Canarias, hasta ahora solo se ha producido un humo negro en la zona costera.

La oscuridad de la noche no permite ver las columnas de vapor de agua que se formaron por el choque térmico de la lava con el mar, columnas que llevan unos gases que pueden resultar tóxicas para los ojos, los pulmones y la piel.

La lava cayó al mar desde una altura de unos cien metros por un acantilado situado en las cercanías de la playa El Guirre, en Tazacorte.

Posibles consecuencias

La primera reacción es térmica. Toneladas de roca con temperaturas superiores a los 1.000 grados se sumergirán en un agua con una temperatura media de 23 grados. 

La segunda reacción, inmediata, sería química, entre los componentes de la lava a temperaturas extremas con el agua y las sales del mar, formadas por cloruro sódico. 

Asismismo, en este contexto también se debe considerar la mortandad de la flora y fauna marina. "Esta lava es más fluida que la que teníamos, pero al caer al mar es la muerte autómatica por un shock térmico de las especies animales y marinas que no puedan desplazarse con rapidez", explicó el biólogo, Matías Fontes, en una entrevista en la Televisión Canaria.

Pérdidas materiales

Por la erupción del volcán Cumbre Vieja más de 6.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares, pero no se registraron heridos ni muertos.

Hasta el momento, la lava arrasó 656 edificaciones -no todas viviendas- y cubrió 268 hectáreas en la isla de 85.000 habitantes que vive del cultivo del plátano y del turismo.