Desde Santa Fe

El Foro contra la Impunidad y por la Justicia sumó su repudio al concejal de Cañada de Gómez Franco Mazzoli (Fuerza Libertaria), quien reivindicó el terrorismo de estado en un video que asoció la masacre de la Noche de los Lápices con un supuesto “adoctrinamiento” de estudiantes de la secundaria y desató un escándalo. El operativo mediático ya le costó el edil una denuncia penal por “apología del crimen” y “violación a los deberes de funcionario público”, el rechazo unánime de la Cámara de Diputados de la provincia y el pedido del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel para que lo expulsen del Concejo Municipal. Ya se sabe que en Santa Fe está vigente la ley 13.717 que declaró el 16 de septiembre de cada año como el Día Provincial de las Juventudes, precisamente, en memoria de la Noche de los Lápices. “El lamentable video y los dichos de Mazzoli reflejan un gran desprecio y desconocimiento del largo y penoso camino recorrido por nuestra sociedad en la condena del último genocidio perpetrado en nuestro país”, dijo el Foro que integran Madres de Plaza de Mayo, Hijos, Familiares de Desaparecidos, la Liga Argentina por los Derechos Humanos y otras expresiones políticas y sociales de Santa Fe.

Lo que hizo Mazzoli fue “sembrar dudas sobre hechos” ya investigados, probados y condenados en los Tribunales por jueces de la democracia, “lo que conduce necesariamente a la negación de lo que cientos de sentencias judiciales han establecido a lo largo y ancho del país”, expresó el Foro. “Lo que ocurrió en la Argentina fue un genocidio”, “direccionado por el propio Estado terrorista para destruir una fracción de la población e implantar un nuevo orden social”.

En la Noche de los Lápices, el 16 de septiembre de 1976, –recordó-, “diez estudiantes secundarios fueron secuestradxs de sus domicilios por grupos de tareas, después de participar en una campaña por el boleto estudiantil y trasladadxs al Pozo de Banfield, donde se lxs torturó salvajemente. Seis fueron asesinadxs y desaparecidxs. La dictadura calificó el suceso como ejemplo de ‘accionar subversivo en las escuelas’. Reclamar por el boleto estudiantil era considerado un atentado que se debía reprimir de inmediato”.

“Las organizaciones político-militares que surgieron en la Argentina a fines de los años ’60 y principios de los ’70 tenían un fuerte componente político, nacieron para enfrentar al autoritario y elitista poder económico y político argentino. Fue la época del compromiso y la participación política más importante, su demonización busca negar el altísimo nivel de politicidad de aquellos años. Fue necesario demonizar para despolitizar la política y justificar las atrocidades cometidas. En este sentido, conmemorar la Noche de los Lápices y homenajear a militantes y luchadorxs, supone recordar y recrear el compromiso institucional con los proyectos de aquellxs jóvenes que lucharon por una sociedad más justa e igualitaria”, agregó.

“El combo de reivindicar el terrorismo de estado” y “oponerse a la promoción de derechos” es un “caldo de cultivo en el que subyace una cultura del autoritarismo” y “la negación de la democracia en general y de los derechos humanos en particular”, alertó el Foro. “Lo que antes era inaceptable, hoy es noticia casi cotidiana”.

“Estos nefastos espacios”, como los que promueve Mazzoli “pretenden eliminar todo lo que se conquistó y “tanto nos costó conseguir. Hay que desestimar todo accionar que atente contra la democracia”.

El Foro advirtió que existen “serios riesgos de repetir historias pasadas de violaciones o restricciones a los derechos humanos. Restringir la democracia es un objetivo de algunos sectores económicos que buscan multiplicar sus ganancias” y “siempre hay grupos políticos dispuestos a ser instrumentos” de esos designios. “Ya no son tan necesarios los militares paro restringir la democracia y reducir derechos”.

“Los organismos de derechos humanos hemos soportado ataques desde siempre. Estamos convencidos de que la verdad es un derecho humano y para arribar a esa verdad recurrimos a aprendizajes que construyen las memorias de los pueblos y su identidad. Sin aprendizajes no hay memoria ni futuro”.

En estos años –dijo el Foro-, la “construcción de la memoria colectiva” permitió “fortalecer la conciencia en las nuevas generaciones” de que en la Argentina hubo un genocidio. La otra historia –probada en decenas de sentencias judiciales- “desarmó la teoría de los dos demonios”. Pero ahora, el discurso del odio vuelve con otro intento de “legitimar” el Estado terrorista y demonizar a las víctimas. “Ya no son los dos demonios, sino sólo uno de ellos, que serían lxs perseguidxs y masacradxs los que engendraron la tragedia con su accionar”.

“Nuestro desafío más importante es reafirmar los logros obtenidos y seguir en la lucha. El derecho humano esencial es el derecho a la vida y la libertad”, concluyó el Foro.