El 76 por ciento de las mujeres con hijxs, que aspiran a un cargo de defensora en el Ministerio Público de la Defensa de la Nación (MPD), dice que la maternidad impactó en su carrera profesional, mientras que el 59 % de los varones niega que la paternidad haya tenido ese efecto. Al evaluar específicamente cómo inciden las diferentes responsabilidades de cuidado entre varones y mujeres a la hora de aspirar a un cargo de defensor/a, se encuentra, por un lado, “que las mujeres ven más condicionada su participación en un concurso por la necesidad de equilibrar su trabajo remunerado y no remunerado y, por otro, que aquellas que han concursado debieron postergar esa decisión mientras estaban en la franja etaria en la que suelen estar a cargo de niños/as pequeños/as”, afirma el “Análisis de Género en el trámite de los concursos del MPD”, presentado esta semana por su titular, Stella Maris Martínez, y que realiza un diagnóstico sobre la marginación de las mujeres de los puestos de defensoras. 

El estudio muestra además la falta de incorporación al MPD de personas travestis, trans y transgénero con independencia del cargo, tal como establece la Ley 27.636 de Cupo Laboral Travesti Trans. Las diferencias en el uso del tiempo entre varones y mujeres también ratifica ese sesgo, sostiene el informe, “sobre todo si se tiene en cuenta que las tareas de cuidado abarcan no solo el cuidado directo de niños/as y adultos/as que requieran atención, sino también las precondiciones en las que se realiza el cuidado, la gestión del cuidado, y el autocuidado.” Son mayoría las mujeres que dedican más de 11 horas semanales al trabajo doméstico (cuidado indirecto), pero son más los varones que destinan mayor cantidad de horas a actividades académicas y recreativas: entre quienes dedican entre 11 y 20 horas semanales al ocio, la proporción de varones duplica a la de mujeres.