Los aniversarios se celebran y las luchas se reconocen. Sobre todo, en el caso de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas que cumplió 45 años de existencia y compromiso con los derechos humanos. Ante nuevo aniversario, la Secretaría de Derechos Humanos le realizó ayer un homenaje en el Archivo Nacional de la Memoria. Fue un reconocimiento a los que están y a los que estuvieron. “Lo que estamos haciendo hoy es un acto en agradecimiento a Familiares por haber existido y por haber sido actores fundamentales para que en que en este país no haya habido impunidad”, expresó el titular del organismo, Horacio Pietragalla Corti.

La primera protagonista en llegar a la jornada fue Ángela Paolín de Boitano. “Lita” para todas y todos. En su campera llevaba dos pines con las fotos de sus hijos Miguel Ángel y Silvia, desaparecidos en 1976 y 1977. Graciela Lois, referente del organismo, y Pietragalla arribaron luego al mismo ambiente de reencuentro entre caras e historias conocidas. “No queríamos un acto formal porque Familiares siempre fue así”, sintetizó el funcionario al iniciar el acto homenaje. “Cuando uno empezó a ser parte de la familia de los organismos de Derechos Humanos, siempre encontró en esta casa cariño, mucho amor, tan importante en un contexto movilizante para quienes recuperábamos la identidad”, expresó, recordando su propia experiencia como nieto recuperado, así como el tiempo en que la sede de Familiares acogió las reuniones de HIJOS.

“No queríamos dejar pasar estos 45 años de Familiares, cada vez que un organismo cumple un aniversario tenemos que hacer algo porque son un eslabón fundamental en nuestra democracia y en nuestra historia”, explicó Pietragalla, en el evento que también contó con la presencia de referentes de organismos de Derechos Humanos como Bella Friszman, Eduardo Tavani y Buscarita Roá; familiares militantes y no militantes; funcionarios como Claudio Morresi; y ex presos políticos como Hernán Invernizzi.

Si algo quedó claro entre las anécdotas, recuerdos, risas y momentos emotivos es que Familiares es una familia. “Esta es mi casa”, expresó Lita, emocionada y contundente. “Es unidad, amor y lucha: la nuestra y la de ellos, que pusieron sus cuerpos, su militancia, sus aciertos y sus errores. Tenemos que reivindicar como nunca la militancia, estar en la calle para que el Nunca más realmente se cumpla”, destacó.

En el encuentro, también se proyectó un video conmemorativo realizado por Familiares que repasa su historia desde sus comienzos hasta el presente. El organismo se constituyó oficialmente en el mes de septiembre de 1976, y desde ese momento inició un largo camino de lucha por la aparición de los desaparecidos durante la última dictadura cívico-miliitar, reivindicando la condición de militantes de las víctimas, bajo el nombre Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. “Y gremiales”, añadió Graciela Lois, recordando la denominación completa.

“Siempre reivindicamos la lucha de nuestros compañeros desaparecidos. Nuestro lema es ‘La lucha que reivindica la lucha’, eso también nos hizo diferentes”, rescató Lois en su intervención. Algo en lo que coincidió también su hija, María Victoria: “Es muy importante dar valor a la historia que tiene Familiares porque es el organismo que tuvo una postura política diferencial, que ayudó también a los presos políticos y le abrió las puertas a los exiliados”, señaló a Página/12 y agregó que “es muy gratificante que la Secretaría rinda este homenaje a los años de lucha de nuestros compañeros, por el laburo tan importante que hicieron que también es parte de mi historia”.

El homenaje formal terminó con la entrega de una placa conmemorativa por parte de la Secretaría de Derechos Humanos al organismo. También se aprovechó la ocasión para entregarle a Irma Morresi el premio Juana Azurduy, el cual recibió su hijo y legislador porteño, Claudio Morresi. “Mi padre siempre decía que había tenido dos familias: la que él había formado y la vida le había cruzado, una familia muy diversa pero que la tragedia de la dictadura los había unido”, contó a este diario.

Como todo cumpleaños, la celebración terminó con una torta llevada por Buscarita Roá, el “Feliz cumpleaños” entonado a la manera tradicional y con la melodía de la marcha peronista, y Familiares soplando una velita. A modo de cierre, la jornada finalizó con el recuerdo y el “Presente” al unísono que es parte de nuestra historia.

Informe: Sofía Moure