Antes de la Guerra Civil y de la dictadura de Franco, hubo en España (más precisamente en Madrid) una eclosión cultural de vanguardia, utopía y modernidad. De aquella generación del ’27, como se la llamó, la historia sólo recuerda a los hombres: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Salvador Dalí, Luis Buñuel y muchos más. Las artistas, actrices, poetas, ensayistas y novelistas mujeres de esa generación produjeron obras tan excelentes e innovadoras como ellos. Se infiere tanto de relatos como de cartas, fotografías y otros documentos históricos que ellas eran sus amigas, incluso en algunos casos sus parejas. Lucharon con igual bravura contra el fascismo. Imprimían revistas. Pero sus pares masculinos no las mencionan, los historiadores tampoco, las antologías no las incluyen y sus nombres quedaron olvidados durante todo lo que siguió del siglo que protagonizaron y que al menos provisoriamente lograron transformar. El exilio, o los exilios, complicaron las cosas; pero ni siquiera pasados los cuarenta años infames, cuando muchas de ellas aún vivían, se reparó la injusta omisión. Sólo en este siglo viene rescatándose en España, y también en otros ámbitos de habla hispana, la figura colectiva de “Las sinsombrero”, las mujeres de la generación del ’27.

“Sin nombre y sin sombrero” es el original espectáculo de danza flamenca, teatro y poesía que con puesta en escena, coreografía y dirección general por Natalia Alvarez se presenta este sábado a las 21 en el Teatro La Comedia (Mitre 958, Rosario). Las actrices Patricia Almada y Mónica Neuman personificarán sucesivamente a algunas poetas de la generación del ’27, al actuar sus textos. “Hay escenas que son hermosas”, deslizó Neuman sin querer dar spoilers, pero sin dejar de revelar la emoción que le depara su papel; “esto es elegante, estético, original”, anticipó la actriz rosarina.

“No es un recitado tradicional. El concepto parte de la danza y es flamenco estilizado”, contó la poeta, música, bailaora y cantante lírica rosarina María Cecilia Micetich, quien junto a Alvarez estuvo a cargo de la selección de textos de aquellas autoras y del guión, y que también integra la compañía de danza. “La estructura del espectáculo tiene que ver con tres momentos de vivencias que quisimos contar de ellas: cómo se instauran, luego la llegada de Franco y la dictadura y cómo son silenciadas, y luego contar de una manera esperanzadora la vuelta, cómo van poniéndole nombre y rostro a cada una de ellas. Esa es la estructura narrativa del espectáculo. Vamos a trabajar con danza, baile, actuación; hay partes cantadas, luego vamos a hacer algunas proyecciones de algunos testimonios de ellas. Todo está documentado. Los textos que estamos trabajando son extraídos de las obras de ellas, que fuimos armando de una manera que pudiéramos contar una historia”, anunció. “Las sinsombrero fueron un grupo de mujeres, una generación de oro que surge en España y que comparten experiencias estéticas junto a los escritores de la generación del ‘27: Lorca, Dámaso Alonso, Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, etc. Estas mujeres fueron muy ilustradas y comprometidas a nivel cultural”, resume Micetich antes de dar la lista de sus nombres.

Olvidadas por la historia, fueron actrices, poetas, ensayistas y novelistas tan excelentes e innovadoras como ellos. 

Al son de música flamenca en vivo por Santiago Alustiza (“al cante”), Pablo Cándido (guitarra) y Maxi Gou (cajón, percusión), danzarán “al baile” Natalia Alvarez, María Chelini, María Cecilia Micetich, Carla Vega, Belén Vega, Constanza Lanese, Sofía Rocca, María Laura Solani, Malena Sader, Sofía Simioni y Rocío Ibáñez. Algo del creíble vestuario de época que las transformará en madrileñas modernas de antes, obra de Bibiana Garino, se vio en la producción fotográfica de difusión que realizó la fotógrafa Itatí Foglia Secchi. Tuvo lugar en la biblioteca Federico García Lorca del Club Español de Rosario, llamada así por haber recibido la visita del poeta en 1933 (existe al respecto una interesantísima crónica ilustrada de Daniel Feliú, publicada por Baltasara Editora), y cuyas puertas abrieron a la troupe Ana Claudia Alvarez y Maela Carla.

“El proyecto surge a partir de una invitación que nos hacen (a la compañía de danza flamenca de Natalia Alvarez) un grupo de poetas que homenajeaban a poetas de la generación del ’27 en el Club Español”, relató Micetich. “Habían hecho un homenaje a Lorca, cuyo espíritu también va a estar presente en el espectáculo. Nos habían invitado a hacer una intervención en homenaje a las sinsombrero en el Club Español. Natalia Alvarez había armado algo pequeño, pero la pandemia no permitió que se pudiera realizar. Luego a lo largo de 2020 comenzamos a profundizar esta idea inicial y la transformamos en espectáculo. Presentamos un proyecto a la Provincia de Santa Fe, y tuvimos la suerte de ser seleccionadas en las becas Fomento de fines del año pasado”.

Para ir entrando en tema, desde https://www.lassinsombrero.com/ se puede ver un documental y otros materiales del proyecto crossmedia Las sinsombrero, por Tania Bello y otrxs. El nombre viene de una salida por Madrid que hicieron Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca. “Se nos ocurrió quitarnos el sombrero, y al pasar la Puerta del Sol nos apedrearon”, cuenta Manso en una entrevista grabada a su regreso del exilio. El Museo Rosa Galisteo, de Santa Fe, posee obra de Maruja Mallo, una pintora futurista que traducía la energía de las fiestas populares a su lenguaje ultramoderno, y que vivió en Buenos Aires. Ernestina de Champourcín, poeta, le cantaba en estilo ultraísta a las manos del hombre al volante y clamaba en una carta: “¿Por qué no podremos ser nosotras sencillamente sin más, no tener nombre, ni tierra, no ser de nadie ni nada, ser nuestras, como son blancos los poemas y azules los lirios?”. María Zambrano era filósofa vitalista. Polemizó con Ortega y Gasset. Escultora, ilustradora y poeta, Marga Gil Roësset publicó a los 12 años unas exóticas figuras simbolistas que prefiguran la novela gráfica actual. Esculpía en granito. Se suicidó a los 20 años. Josefina de la Torre deslumbraba con su poesía. Se quedó cuando sus amigos se exiliaron. Se dedicó a actuar en cine y fue la Marlene Dietrich española. Micetich mencionó además a Concha Méndez, Rosa Chacel y María Teresa León. ¡Y son más! “Se trata de poder darles voz y nombre, ponerles palabras a esos silencios”, concluyó.