Desde Roma

El G20 (19 países del mundo, incluida Argentina, más la Unión Europea) el martes realizó una video conferencia para analizar cómo afrontar la difícil crisis que vive Afganistán. Organizado por Italia, que en estos momentos preside el G20, del encuentro no participaron los mandatarios de países importantes como Rusia y China, pero sí algunos de sus ministros. El primer ministro de Italia, Mario Draghi, que coordinó la reunión, descartó que no participaron por razones políticas porque habían avisado con mucha antelación que lo harían sus ministros. “Es esencial que China y Rusia y también India, participen del G20 en forma presencial que se hará en Roma a fin de mes”, subrayó Draghi. De todas maneras, el primer ministro italiano calificó el encuentro on line como “un éxito” porque “fue la primera ocasión en la que los líderes dieron una respuesta multilateral a la crisis afgana”.

Al concluir la reunión que duró unas tres horas, Draghi habló con los periodistas en una rueda de prensa. “Hubo una convergencia total y gran disponibilidad para actuar juntos. Hay una conciencia extendida de que es gravísima la emergencia humanitaria que se está desarrollando en Afganistán”, dijo. Representantes de Naciones Unidas que participaron del encuentro, hablaron de una catástrofe humanitaria y subrayaron que al acercarse el invierno en esa región, la situación se está agravando.

"Estuvimos 20 años" 

“En el G20 hay completa conciencia de esta emergencia y de la responsabilidad enorme que se tiene en relación con Afganistán, donde hemos estado durante 20 años. Nosotros somos responsables y es nuestro deber intervenir”, subrayó el primer ministro italiano. Hay que aclarar que no todos los países del G20 participaron de la invasión y guerra en Afganistán, sino que fueron principalmente los miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) (hoy 29 países pero no Argentina, ni Australia, ni Rusia ni China, entre otros, que forman parte del G20).

Draghi aclaró que Naciones Unidas será “la gran coordinadora de la repuesta a la crisis humanitaria” de Afganistán pero para eso se pedirá a las autoridades afganas que dejen abierto el aeropuerto de Kabul para que la ONU y los países limítrofes puedan ayudar.

En el encuentro, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea (dirigencia política de la Unión Europea), anunció que la UE destinará 1.000 millones de euros para financiar la asistencia humanitaria, dinero que estará dedicado al pueblo afgano y a los países limítrofes que lo están ayudando. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por su parte anunció que su país donará 300 millones de dólares con el mismo objetivo.

Ayudar a los migrantes

Otro tema importante que fue discutido fue la asistencia a los migrantes, los miles de personas que quisieran salir del país pero no pueden. Por eso se habló de la necesidad de dialogar con las autoridades de Afganistán sobre la necesidad de que los países limítrofes y las Naciones Unidas tengan libertad de movimiento en el país. “Hay mucha gente que todavía quiere salir y tenemos que ayudarla”, dijo Draghi. El gobierno italiano aseguró la salida de 5.000 personas de Afganistán en los últimos meses, también Alemania y el Reino Unido hicieron su parte, recordó Draghi.

Según algunos datos difundidos por el primer ministro italiano, habría unas 600.000 personas que se han desplazado dentro del país y millones de personas de las cuales se han perdidos los rastros. Sobre el tema migraciones todavía no hay una coordinación, dijo Draghi.

El presidente Recep Tayyip Erdogan sostuvo que “Turquía no puede permitirse un nuevo flujo de migrantes de Afganistán”, dado que su país ha recibido miles de migrantes de otros países en conflicto como Siria e Irak en las últimas décadas ( para lo cual recibió ayudas de la UE). Erdogan hizo una propuesta en este sentido -crear un grupo de trabajo sobre las migraciones presidido por su país- que deberá sera evaluada por el G20.

Lo que se debe tratar de hacer es, entre otras cosas, obtener del gobierno afgano la posibilidad de que se organicen los llamados “corredores humanitarios”, es decir la creación de bases autorizadas en el país en cuestión, que ayudan a la gente que quiere emigrar llevándola a países que la reciben legalmente.

En lo que todos coincidieron fue en que Afganistán no debe volver a ser un refugio de terroristas lo que significa que muchos países deberán coordinar su accionar antiterrorista. Según el premier de la India, Narendra Modi, que habló en la videoconferencia, es importante mantener un accionar unitario de la comunidad intencional sobre la asistencia humanitaria y sobre el terrorismo. Y sobre este último punto, el mandatario de la India dijo que es necesario “reforzar el accionar contra el nexo entre radicalización, terrorismo y contrabando de drogas y de armas” para preservar las conquistas socio económicas de los últimos 20 años. Es sabido que en Afganistán pero también en otros países de Medio Oriente, los terroristas se nutren de las ganancias del tráfico de drogas, especialmente heroína.

Sobre los derechos de las mujeres hubo total coincidencia en que hay que defenderlos para no volver a los que ocurría hace 20 años y para que todas ellas tengan derecho a la educación, explicó Draghi.

Para poder llevar las ayudas humanitarias, para ayudar a los migrantes, “habrá que tener contacto con los talibanes pero esto no significa que ellos sean reconocidos”, aclaró .Y a este contexto hay que agregar la pandemia de la covid. “En Afganistán es necesario continuar la lucha contra la covid. Si no se hace nada, se agravará la situación”, concluyó.

Este encuentro virtual quiso ser un acercamiento multilateral a uno de los temas candentes del mundo que afrontarán probablemente otra vez los líderes del G20 en una reunión en presencia que compartirán en Roma el 30 y 31 de octubre próximos. Al encuentro han sido invitados otros países que no son miembros del G20 como España, Holanda, Singapur y Qatar y organizaciones internacionales, además de la ONU, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.