El Hospital Bonaparte, especializado en salud mental, volvió a alzar en los últimos días la voz. Este centro, que fue emblema de la resistencia al Gobierno de Javier Milei cuando hubo una serie de intentonas para cerrarlo a través de decretos, ahora reclama por un vaciamiento sostenido y la falta de medicamentos.
Ante la pregunta de la 750, Julieta Chevalier, trabajadora social del centro, el más importante a nivel nacional de salud mental, explicó que en este momento las guardias no tiene personal por las constantes renuncias –originadas por los bajos salarios– ni medicamentos.
Para dar una respuesta a esto, los trabajadores del establecimiento harán un “ruidazo” a las 13 para dar a conocer la dramática situación que hace que se ponga en riesgo la continuidad de los tratamientos de los pacientes.
“No paró el vaciamiento en todos estos meses. Lo que pasa ahora es que se agravó la situación, porque a los tratamientos, que ya venían recortados por las malas condiciones laborales, se suma con que hay faltantes graves de medicación”, dijo.
Y añadió: “Como toda la atención en salud pública, atendemos a una población que tiene derecho al acceso a todo el proceso. Y está faltando medicamentos porque no hicieron la licitación”.
“En algún momento se hicieron compras directas, que vendrían a ser compras de emergencia”, dijo. Pero aclaró que esto no se justifica, ya que “la farmacia siempre estuvo funcionando” y “los tratamientos están registrados”.
“Toda medicación que circula en torno a los tratamientos. Por qué no se hizo la licitación, no lo sabemos. El hospital estaba a cargo del interventor que dejó este problema y se fue al Garrahan. Ahora hay un médico que está a cargo y continuó con esta irregularidad”, se lamentó.
Luego, finalizó: “Hoy hay un ruidazo para darle visibilidad. Porque queremos defender el modelo que se lleva adelante en el hospital, de atención en salud mental con interdisciplina para que las personas vivan una vida digna. Y esto es parte de defender este modelo”.