Luego de un año y medio de haber cerrado sus fronteras para frenar la propagación del Covid-19, Estados Unidos volverá a permitir el acceso a ese país a turistas de todo el mundo. La condición es la misma que rige en varios países: estar protegidos con dos dosis contra el coronavirus y poder comprobarlo.

La medida analizada desde septiembre pasado comenzará a regir el 8 de noviembre próximo, según lo confirmó Kevin Muñoz, uno de los voceros de la Casa Blanca. "Este anuncio y fecha se aplica tanto a los viajes aéreos internacionales como a los terrestres", precisó.

Cuáles son los requisitos para entrar a Estados Unidos

“La nueva política de viajes estadounidense, que exige la vacunación de los viajeros extranjeros a Estados Unidos, entrará en vigor el 8 de noviembre", anunció por portavoz de la administración de Joe Biden.

Es decir que a partir de la segunda semana de noviembre, a los viajeros que lleguen por aire y a las aerolíneas se les solicitará que establezcan un sistema de rastreo de contactos y exigirá una prueba de detección del virus dentro de los tres días antes de la salida.

Todas las vacunas aprobadas y autorizadas por la FDA, así como todas las vacunas que tienen una Lista de Uso de Emergencia (EUL) de la OMS serán aceptadas para los viajes aéreos. Es decir, que de las aplicadas en la Argentina por el momento son aceptadas las de Moderna, Pfizer, Sinopharm y AstraZeneca.

El ingreso terrestre al país se hará en dos etapas. A partir del 8 de noviembre, podrán cruzar la frontera de Canadá o México las personas que vengan por motivos considerados "no esenciales", por ejemplo familiares o turísticos, a condición de estar vacunados.

En tanto, las personas que vengan por razones "esenciales", por ejemplo, los conductores de camiones, estarán exentas.

Pero a partir de enero, la obligación de la vacuna anticovid se aplicará a todos los visitantes que crucen las fronteras terrestres, independientemente del motivo de su entrada a Estados Unidos.

Un año y medio con las fronteras cerradas

La Casa Blanca había dispuesto el cierre de las fronteras estadounidenses en marzo de 2020, cuando el virus traspasó los límites de Asia y la Organización Mundial de la Salud decretó el nivel de pandemia.

Lo que por esos días hizo la administración de Donald Trump fue no permitir el ingreso de los viajeros procedentes de la Unión Europea, Reino Unido y China. Más tarde sumó a la lista a los procedentes de India y Brasil. Y luego prohibió el ingreso por tierra desde México y Canadá.