Pese a gozar de una sólida salud y haber llegado a los 95 años en buen estado, la reina Isabel II deberá eliminar la ingesta de alcohol por consejo de sus médicos. Así lo comentó un conocido de la familia real británica a la revista Vanity Fair.

Al parecer, los médicos del Palacio de Buckingham le han pedido que limite el consumo de alcohol solamente a ocasiones especiales. Por protocolo, la monarca no bebe en público, pero es sabido que degusta del alcohol como aperitivo en la intimidad de palacio. Vanity Fair ya había revelado en 2017, a través del cocinero Darren McGradi, que sirvió a la reina durante algo más de diez años, que Isabel II gusta de tomar cuatro bebidas al día.

Según McGradi (en ese momento, la reina tenía 91 años), antes de la cena toma ginebra con Dubonnet, una rodaja de limón y hielo. En las comidas bebe un dry Martini y una copa de vino. Y antes de dormir toma una copa de champagne. Ese hábito lo mantuvo durante décadas.

“A la Reina le han dicho que deje de beber por la noche, que suele ser un Martini. No es una gran bebedora pero parece un poco injusto que en este momento de su vida tenga que abandonar uno de sus pocos placeres”, afirma la fuente en el Daily Mail.

El cuidado de la salud de la nonagenaria reina tiene que ver, además, con el hecho de que 2022 será un año marcado por el jubileo de Platino: los festejos por los 70 años de su llegada al trono. Los fastos tendrán lugar en junio. "Los médicos quieren que esté los más en forma y saludable posible", se alega sobre la decisión de pedirle que beba menos. Máxime cuando esta semana se vio a la reina usar un bastón por primera vez.

En materia de vinos, el Palacio de Buckingham lanzó hace un año una marca de ginebra, y en las viñas en Windsor se produce vino espumoso.