Desde Santa Fe

El Tribunal Oral de Santa Fe condenó ayer al promotor de box Luis Alberto Paz a 13 años y nueve meses de prisión como jefe de una banda de narcotraficantes que operaba en Santa Fe, Rosario y Villa Constitución y le decomisó una flota de trece vehículos y cinco propiedades, entre ellas una casa en el country Los Molinos en la zona de Recreo -donde vivía antes de ser detenido- y un departamento en bulevar Oroño al 400, que el fiscal que lo investigaba, Walter Rodríguez, descubrió que Paz era el dueño por una escucha telefónica, el 27 de setiembre de 2018. En el diálogo, el inquilino del empresario le cuenta que esa noche había invitado a cenar al departamento a la entonces ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich y al día siguiente le dice que la funcionaria pasó la velada hasta las tres y media. “¡Escúchame, nene, yo tengo que juntarme con esa señora!”, le pidió Paz.

El veredicto se conoció al mediodía. El Tribunal integrado por los jueces de Rosario Germán Sutter Schneider, Mario Gambacorta y Eugenio Martínez Ferrero declaró culpable a Paz y lo condenó a 13 años y nueves meses de prisión como “organizador de tráfico de estupefacientes en las modalidades de comercio, tenencia con fines de comercialización y transporte, agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada” y “lavado de activos”. Paz escuchó la sentencia por teleconferencia desde la cárcel de Rawson, donde está alojado por razones de seguridad, aunque ayer el Tribunal autorizó su traslado al penal federal de Colonia Pinto, Santiago del Estero. En el juicio, dijo que sus oficios eran “carnicero y promotor de box”.

El fiscal Martín Suárez Faisal había pedido una condena a 18 años de prisión y una multa equivalente: 3 millones 500 mil pesos en efectivo, más cinco veces el monto del patrimonio decomisado. La pena fue cinco años menor. Y la multa, el Tribunal la fijó en 2 millones 450 mil, más tres veces el monto de los bienes incautados que son trece vehículos y cinco propiedades. La flota está integrada por seis automóviles de alta gama, dos 4x4 y seis camiones semirremolques.

Las propiedades que el Tribunal ordenó decomisar son la casa del country Los Molinos –donde vivía Paz- en la zona de Recreo, una vivienda en Santa Fe en el barrio Roma, otra casa en Rosario en bulevar Rondeau al 3900 y dos departamentos en Rosario: uno en 27 de Febrero al 1200 y el de bulevar Oroño 480, piso 10 “A”.

El fiscal que investigó la causa, Walter Rodríguez, descubrió que Paz era el dueño de ese departamento de bulevar Oroño por una escucha telefónica el 27 de setiembre de 2018. Es un diálogo entre el empresario y su inquilino, quien le cuenta que esa noche tenía una invitada especial. ¿A qué no sabés quien viene? Patricia Bullrich. Viene a reunirse con nosotros, yo no lo puedo creer”.

-¡No me digás! –se sorprendió Paz.

El inquilino le prometió contarle detalles del encuentro al día siguiente. Y así ocurrió. Le dijo a Paz que la ministra Bullrich se había quedado a cenar en el departamento de Oroño. "¡Te lo juro! Se fueron a las tres y media de la mañana”.

- ¡Qué bien!. ¿Y te dio algo? ¿Te dejó alguna tarjeta?

-Sí, ¡tengo la tarjeta de todo! –se agrandó el inquilino. Y hasta dijo que Bullrich había concurrido con “su custodia y su chofer”.

Paz quería conocer más detalles y el inquilino le prometió “contarle un montón de cosas”.

El 6 de octubre de 2018, en una tercera conversación sobre el asunto, Paz volvió a preguntarle a su inquilino: “Cuando Patricia estuvo en mi departamento, ¿fue a cenar con vos?”

-Ya voy a contar todo lo que pasó.

-¿Pero vos ya tenés la relación para juntarnos? –insistió el empresario.

-Totalmente –le respondió el otro.

-Escúchame una cosa, nene. Yo tengo que juntarme con esa señora.

-Bueno, listo es cuestión que lo charlemos. Tenemos el contacto directo con ella .

El fiscal Rodríguez relató los diálogos en la acusación a Paz, el 3 de octubre de 2019, al elevar a juicio la causa que terminó ayer con la condena. “En lo que interesa a la investigación”, el departamento que se mencionó “es de propiedad de Luis Alberto Paz y estaba alquilado, según sus propias expresiones”, concluyó Rodríguez.