Omitir para ir al contenido principal

Yo decido, tú desidias, él desiste, nosotros desmentimos, vosotros deci-monónicos, ellos destituyen

¡Hola! A lo que ya constituye una larga lista de excusas, disculpas y justificaciones, sumo esta semana una nueva: la de conjugar un verbo que no existe; o mejor dicho, uno que sí existe pero que d