El partido MNA-Forja, que reúne al denominado “radicalismo popular”, anunció ayer que consiguió establecer su personería como partido nacional tras conseguir que se los reconozca legalmente en siete distritos nacionales. El espacio, que tiene como referentes a los radicales Leopoldo Moreau (foto), Gustavo López y Leandro Santoro, avanza en sumar representación en otras jurisdicciones y se plantea una estrategia frentista con el peronismo hacia las PASO de agosto. “Muchos dirigentes radicales van a seguir transitando por conveniencia la alianza con el macrismo, pero muchos votantes encontrarán en este partido un lugar donde recuperar su identidad histórica”, afirmó Moreau.

Los dirigentes radicales disidentes de la conducción partidaria festejaron su conformación como partido nacional con siete distritos (la ley exige un mínimo de cinco). También indicaron que están tramitando su reconocimiento en otros distritos, como las provincias de San Luis, Río Negro, Catamarca y Tucumán. “Es un paso importante, trascendente, que ya se había dado medianamente con la conformación del partido Forja y luego la incorporación nuestra del MNA, donde conformamos lo que llamamos el radicalismo popular. Pretendemos representar a centenares de miles de radicales alfonsinistas que ya habían emigrado del partido y que ya incluso habían acompañado a Cristina en 2011”, indicó Moreau, quien consideró que se trata de “un fenómeno similar pero inverso de lo que le tocó a Raúl Alfonsín en los ochenta, que le tocó recibir los votos del peronismo”.

“Tenemos vocación frentista y pensamos que hoy en la Argentina hay solo dos veredas: la vereda nacional y democrática y la vereda del proyecto conservador”, advirtió Moreau. “Para nosotros, la unidad del peronismo es una condición necesaria por su gravitación en la política nacional para configurar un frente patriótico o ciudadano, pero no es una condición suficiente. Nosotros creemos que ha surgido un nuevo sujeto político de 2003 en adelante, con lo que se denomina como el kirchnerismo”, advirtió el dirigente radical. “En ese sentido, nos resulta esencial sostener el liderazgo de Cristina Kirchner como un factor de cohesión de política y de homogeneidad programática. Alrededor de esa experiencia histórica, que hizo desaparecer el bipartidismo y nos llevó a un escenario de bifrentismo, pensamos que hay que incluir a los sectores sociales agredidos por el macrismo: los trabajadores, los estudiantes, los sectores medios y los pequeños y medianos empresarios”, aseguró. 

Moreau concluyó: “Nosotros confiamos mucho en votantes y militantes del radicalismo que seguramente están entrando en profunda contradicción con las políticas económicas, sociales e institucionales de este Gobierno. Repugna la defensa histórica del radicalismo la criminalización del macrismo hacia los inmigrantes, los jóvenes e incluso hacia sus adversarios políticos. Esa criminalización debilita la democracia”.