Después de meses y meses en que la oposición advertía falsamente que los argentinos vacunados con Sputnik V no podrían ni salir del país, España dictó una resolución esta semana que permite a los argentinos vacunados con Sputnik V o cualquier otra vacuna e incluso a los que no estén vacunados ingresar a su territorio con una simple declaración jurada. La Orden del Ministerio del Interior 1159/2021 empieza a regir desde el próximo sábado. 

En concreto, la Argentina deja de estar entre los países con restricción de viajes no-esenciales, que son los de turismo. La Unión Europea ya había recomendado el libre ingreso de argentinos, pero la decisión última la debía tomar cada país del viejo continente. El paso dado por España es clave porque seguro seguirán el resto de las naciones europeas. Lo que se reconoce es el bajísimo nivel de contagios que existe en la Argentina, por lo cual dejó de ser un peligro que alguien procedente de estas playas entre a territorio español.

El Ministerio de Salud de la Nación venía peleando por un criterio más que razonable: que todos los países tienen que reconocer la vacunación de los demás, admitiendo como válidos los criterios del ente regulador del país de origen. En el caso argentino, la Anmat. Es decir que si la Anmat consideró probada la eficacia de cualquier vacuna -Sputnik, Sinopharm, Oxford/AstraZeneca o la que sea-, el país receptor no debía cuestionar esa aprobación.

En verdad, la Unión Europea y ahora España saltaron por encima de esa estrategia: tomaron en cuenta que hay pocos contagios y con eso establecieron que pueden viajar a España los argentinos vacunados o no. “Si hay pocos contagios, no nos contagiarán a nosotros”, es el razonamiento.

La Argentina venía bajando la cantidad de casos confirmados y ahora ese descenso se estancó por la aparición de la variante Delta. Aún así, son unos 1.100 contagios por día y 21 fallecidos, como promedio de la semana pasada. En junio de este año, el país llegó a tener 600 muertes por día y 40.000 contagios. El espectacular descenso se debe, esencialmente, a la fabulosa campaña de vacunación, con niveles por encima del 90 por ciento en los adultos mayores.

Con estos datos a la vista y teniendo en cuenta que España es uno de los países con mayor porcentaje de vacunados se abrió el ingreso de argentinos y también de chilenos, uruguayos y colombianos, sin distinción de la vacuna que recibieron. Como se sabe, pese a la alharaca con Pfizer, la enorme proporción en esos países fue vacunada con vacunas chinas y en el caso argentino con rusas, chinas y la Oxford/AstraZeneca con la parte activa fabricada en el laboratorio de Garín, mAbxience. 

Qué hay que hacer para ingresar a España

El procedimiento es que quien quiera ir a España debe llenar un formulario en el que no se pregunta si uno está vacunado o no y al final del proceso se otorga un código QR que deberá presentarse al hacer el check-in y al ingresar a España.

La apertura de la resolución 1159/2021 es el primer paso hacia el acceso irrestricto a los demás países europeos. Por ahora, sigue cierta veda en Estados Unidos para los que recibieron Sputnik V, algo que sólo se explica por la guerra geopolítica. Es difícil entender que hace pocos meses, cuando los casos en la Argentina se multiplicaban, se podía ingresar a Estados Unidos y vacunarse allá. Pero ahora, por el momento, el que tiene Sputnik V no entra.

En el horizonte está el proceso de aprobación de la vacuna rusa por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Están los que dicen que el Instituto Gamaleya es remiso a presentar la documentación, negándole cierta autoridad a la OMS. Pero del otro lado, parece poco razonable que no esté aprobada una vacuna con la que se inmuniza a millones y millones de personas en casi 80 países, con altísimos niveles de eficacia y casi sin efectos secundarios.