El fiscal regional Patricio Serjal se comprometió a desarchivar dos causas de homicidio en las que está sindicado personal de las fuerzas de seguridad. Según se indicó, la medida tiene que ver con la presentación y pedido de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud, en las investigaciones por las muertes de Maximiliano Zamudio y Alejandro Ponce, que fueron archivadas por el fiscal Miguel Moreno. Desde el Ministerio Público de la Acusación apuntan a "agotar líneas de investigación", sugeridas por los abogados de las familias. Para ello, los legajos judiciales serán derivados a otro fiscal de Homicidios.

Los abogados de la Asamblea consideraron que "es un alivio para las familias y una demostración de que la lucha en las calles y en los Tribunales tiene sus frutos".

"La complicidad de los fiscales es un obstáculo de tantos que aparecen al buscar justicia por los pibes de las barriadas, por las muertes que poco importan cuando el prejuicio predomina por sobre las historias de vida y por sobre la necesidad de comprender la crueldad de los mecanismos represivos del Estado", remarcaron.

La medida se dio a conocer tras una reunión entre Serjal, los familiares de las víctimas y el equipo jurídico de la Asamblea. "El fiscal se comprometió con las familias", celebraron desde la organización que realizó marchas para reclamar la reapertura de las causas en las que consideran que hay medidas pendientes. En ese sentido, el abogado Guillermo Campana reclamó que el nuevo fiscal que tome las causas investigue los hechos "con perspectiva de derechos humanos".

Maximiliano Zamudio tenía 16 años cuando fue asesinado en barrio Tablada, el 27 de mayo de 2015, por un cabo de la Prefectura Naval que ingresó al pasillo en el que vivía el chico. Tras un breve diálogo, "le disparó a quemarropa", recordaron. El fiscal Moreno "decidió desde un primer momento desestimar las declaraciones de familiares y testigos"; y "creyó en la versión del prefecto, basada en un supuesto intento de robo". Desde la Asamblea, aseguraron: "Esa noche, solo hubo un arma: la del cabo Ariel Condori, que mató de dos disparos a Maxi".

Alejandro Ponce, de 23 años, fue hallado sin vida en el río Paraná el 2 de noviembre de 2015. Había desaparecido tres días antes, luego de una persecución policial. La tarde del 30 de octubre, efectivos de la comisaría 3ª, la policía motorizada y el Comando Radioeléctrico, acusaron a Alejandro y su hermano de haber robado a una pareja de jóvenes en la zona de los silos Davis. En un instante, los jóvenes terminaron en el río. "Alejandro no sabía nadar, y fue agredido por los policías, que en vez de ayudarlo a salir lo insultaron y le tiraron piedras", aseguraron. El joven murió ahogado, y su hermano pudo llegar a la orilla, también herido por los golpes. "Moreno nunca investigó el hecho", denunciaron desde la Asamblea.