En Los viajes de Gulliver el personaje principal de Jonathan Swift llegaba a Liliput. Un imaginario país donde vivían unos hombrecitos de seis pulgadas. Mauricio Macri y su ex jefe de Inteligencia, Gustavo Arribas, siguen con esa tradición. No van en barco, van en avión. Pero quizás crean que exista una nación de enanos mentales muy fáciles de subestimar. Siempre tienen una tarjeta de embarque a mano para andar por el mundo con el fútbol como coartada. El expresidente en su condición de “executive chairman” de la Fundación FIFA. Bajo ese título en inglés, lo invitó el quinto fabricante de agrotóxicos del mundo, UPL, a dar una conferencia sobre cambio climático y agricultura sustentable en Santiago de Chile. Justo a él que en abril de 2019 criticó un fallo judicial que prohibía la fumigación de campos en Entre Ríos cerca de las escuelas. Su amigo y ex funcionario procesado en cuatro causas por espionaje le pidió a la Justicia permiso para trasladarse a Emiratos Arabes Unidos. Argumentó que debía reunirse con la empresa Sapphire Sport Management con “el propósito de discutir eventuales negocios” como empresario futbolístico.
Macri y Arribas forjaron una relación interesada cuando el primero presidía a Boca y el escribano se puso a su servicio desde Brasil. El pase de Carlos Tevez al Corinthians gracias a la multimillonaria inversión del grupo MSI –sospechado de lavar dinero– expuso por primera vez al ex Señor 5 allá por 2005. Desde aquel momento los dos personajes se volvieron inseparables, aunque ya se conocían desde muy jóvenes porque integraban el mismo equipo de fútbol. El expresidente justificó su designación al frente de la AFI con una pregunta sobre sus amigos en el libro M de la periodista Laura Di Marco: “¿cuál era el más vivo, el más desconfiado, el más acostumbrado a toda esta cosa de las trampas?”. La respuesta es obvia.
Seis años después –Arribas fue nombrado en diciembre de 2015– el desenlace de esta historia es conocido. Ambos desfilan a marcha forzada por tribunales y Macri pierde la compostura cuando la querella de los familiares espiados del submarino ARA San Juan le marca la cancha. A la abogada de los familiares de las víctimas, Valeria Carreras, la acaba de llamar “pseudo detective” porque desconfía de sus viajes por actividades de la FIFA. En la justicia federal, por ahora solo están procesados su amigo itinerante y la segunda exjefa en la AFI, Silvia Majdalani. En los tribunales de Comodoro Py se toman su tiempo mientras los dos hombres del fútbol se dedican a viajar por el bien del deporte.
El expresidente nunca perdió la costumbre de volar. Cuando ejercía la primera magistratura, el Cronista Comercial publicó una nota donde documentó que durante 865 días de gobierno había realizado 136 vuelos oficiales. El período tomaba desde que llegó a la Casa Rosada hasta el 23 de abril de 2018. Ya sin razones de estado que esgrimir, la presidencia de la Fundación FIFA le permitió continuar con la rutina aérea. Pese a la pandemia y las restricciones vigentes para los ciudadanos de a pie. Paraguay, España, Francia, Suiza, Estados Unidos, Arabia Saudita, Qatar y ahora Chile son los destinos que eligió para viajar.
Arribas fue más módico cuando le pidió autorización a la justicia para trasladarse al exterior: Uruguay, Brasil y Emiratos Arabes. Su situación judicial es, por ahora, más comprometida. Tiene cuatro procesamientos: dos en Dolores y otro par en Lomas de Zamora, todos por espionaje.
Los viajes ininterrumpidos de Macri bajo el paraguas protector de la FIFA hicieron sospechar una y otra vez a la abogada Carreras y a su colega Luis Tagliapietra –padre de uno de los 44 submarinistas muertos– de que el expresidente “se podría profugar” y que existían “serios peligros de evasión”. En el caso del reciente periplo por los reinos saudita y qatarí plantearon medidas judiciales por un cambio de itinerario. La letrada lo acusó de realizar “una trapisonda, engaño, mendacidad, falsedad ideológica”. A la estadía en Arabia Saudita siguió una escala en Doha donde presenció el Gran Premio de Fórmula 1. Qatar lo organizó como una actividad conjunta entre la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y la FIFA a la que asistieron Gianni Infantino y los ex futbolistas Beckham, Pirlo y Desailly con fines promocionales. Macri no iba a perderse el evento pese a que alteró el viaje autorizado por el juez de Dolores, Martín Bava.
El magistrado es el mismo que el 1° de octubre le había prohibido salir de la Argentina. Cuando dictó esa medida, el expresidente “estaba en Miami Beach y demoró su regreso al país por 18 días más” escribió en este medio Luciana Bertoia. El próximo martes Macri disertará en Santiago en el evento The Gigaton Challengue organizado por la multinacional india UPL y la Fundación FIFA. La empresa que lo invitó a la capital chilena entre el 30 de este mes y el 1° de diciembre, envió toda la información sobre su estadía en el sofisticado hotel Mandarín Oriental. Es la compañía que el 6 de mayo pasado fue sancionada por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) de la provincia de Buenos Aires por “incumplimiento de la ley 27.729 que fija la obligación de recolectar y tratar los envases con agrotóxicos”. Apareció en la lista de las diez más contaminantes con multas por 51,7 millones de pesos.
Macri viajará a Chile después de que su abogado Pablo Lanusse presentara la invitación de UPL Ltd, los pasajes de LATAM y Aerolíneas Argentinas para ir y venir más el voucher del hotel cinco estrellas. También solicitó medidas adicionales “ante el hipotético caso de un pronunciamiento adverso al pedido que aquí se formula, por comprometer ello la libertad del Sr. Mauricio Macri, el debido proceso, la defensa en juicio, la dignidad humana y su estado de inocencia”. Formuló “las reservas de recurrir en casación y del caso federal”. A Lanusse no le hizo falta pedir ninguno de estos recursos. La Cámara Federal de Mar del Plata revocó la decisión que le prohibía salir del país a su cliente. El expresidente puede seguir ahora incursionando en la era del agro-fútbol, un producto que parecería tóxico. Todo indica que se aproxima su procesamiento porque el gobierno que presidía espió a los familiares del ARA San Juan.
A Macri lo invitó una multinacional de pesticidas para hablar del cambio climático y a su ex jefe de Inteligencia una compañía –Sapphire Sport Management– que según la abogada Carreras “fue dada de baja” en los registros societarios del Reino Unido. El defensor del escribano, Jorge Sourigues, presentó como toda constancia el 23 de noviembre una nota manuscrita donde sostiene que la empresa anfitriona de Emiratos Árabes “más allá de la situación que pueda tener en el Reino Unido, se encuentra plenamente activa en la ciudad de Abu Dabi donde se llevarán a cabo las reuniones con el señor Arribas”. El viaje está en curso. Pidió autorización para hacerlo entre este sábado 27 y el martes 30 de noviembre. Duraría cuatro días y se pasaría viajando algo más de treinta horas. Es lo que se tarda partiendo desde San Pablo, Brasil, ida y vuelta. El intermediario vivió en esa ciudad hasta que se sumó al gobierno de su socio itinerante en los negocios del fútbol. Necesita trabajar, aunque era el funcionario que más patrimonio declaró cuando integraba el gabinete de Macri.