Centenares de amigos, familiares y compañeras de trabajo de María de los Angeles París marcharon ayer desde los Tribunales provinciales hasta la plaza San Martín, frente a la sede local de la Gobernación. Lo hicieron con antorchas encendidas en sus manos. Un gesto que estampado hoy en las repetidas fotos de los diarios, en las imágenes de los noticieros y en los relatos de los móviles radiales, resulta un gesto desesperado para echar un poco de luz sobre un oscuro episodio ocurrido en la comisaría 10ª. La seccional de la zona norte fue el último escenario donde se la vio con vida a la bibliotecaria de la escuela Gurruchaga, ya que allí ingresó -al parecer- para denunciar un robo de parte de motochorros. Sin embargo, un rato después, salió a los gritos, diciendo "al final los policías son peores que los chorros", tras los cual fue alcanzada por varios agentes que la redujeron, la esposaron y la ingresaron a una habitación, donde la dejaron en el piso. De ese lugar fue retirada por la morguera, ya sin vida. "¿Qué fue lo que nuestra hermana vio dentro de esa comisaría, qué fue lo que vio que estaban haciendo los policías para salir así, de golpe, a los gritos de la seccional? Esa es la pregunta que hay que hacerse", se preguntó con tranquilidad pero con firmeza Guillermo, uno los hermanos presentes en el acto de ayer.

En cuanto al hecho irregular que se investiga, la hermana de María de los Angeles, Claudia, sumó ayer otra denuncia grave: "Cuando vi el cuerpo de mi hermana tirado en el piso de la comisaría, tenía su anillo puesto. Yo se lo había regalado poco tiempo atrás. También tenía sus lentes en la cartera. Sin embargo un par de horas después ninguno de esos dos elementos estaban con ella. Recuerdo claramente que había dos agentes policiales custodiándola, así que no tengo dudas que durante ese tiempo, alguna de ellas se los robaron".

A su lado estaba Gustavo Terez, secretario de Amsafé Rosario, la organización convocante a la marcha de ayer, quien se quejó por la actitud del ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro, que solo

"veinticuatro horas después del hecho salió públicamente a lavar las culpas policiales, a despegar a la policía. Cómo sabe el ministro que había ocurrido esa muerte en el interior de una comisaría, cuando solo había pasado un día".

Sebastián Sancevich, abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh), también criticó al titular de la cartera de Seguridad, por "no haber apartado a los efectivos de su puestos" y haber cerrado filas con la versión policial, sin esperar siquiera una mínina investigación".

El letrado, que junto a la cátedra de Criminología de la UNR, liderada por Enrique Font patrocinan a los familiares de la víctima, se quejó por la falta de reacción del ministro para atender a los deudos de París. En rigor recién mañana, Pullaro se entrevistará con ellos.

Por su parte, la titular de la secretaría de Derechos Humanos de Amsafé, Daniela Vergara, se mostró alarmada "por la actitud del fiscal Schiappa Pietra que debería tomar una postura independiente, y hasta tanto no haya pruebas en contrario, debería ponerse en lugar de defensa de la víctima y no culpabilizarla como se hizo desde un primer momento en que se salió a decir que estaba alterada o nerviosa".

En ese sentido, Vergara fue terminante con el ministro de Seguridad por lo ocurrido: "Queremos que se avance en la investigación a fondo, queremos el esclarecimiento de lo ocurrido y de eso lo hacemos responsable al ministro Pullaro y al gobierno provincial".

Ya en las escalinatas de la sede local de gobernación, Terez tuvo el discurso más encendido: "La primera parte de los hechos que sucedieron la semana pasada empezaron a poner a la víctima como victimario. Intentaron ubicar una política de culpabilización de María de los Angeles, y nosotros vinimos a reivindicar a esta trabajadora bibliotecaria, docente y madre comprometida. Vinimos a reivindicar su historia y a cuestionar y repudiar los intentos de ponerla bajo sospecha. ¿Qué pasa si una persona está en una situación de desequilibrio emocional porque fue agredida, asaltada y fue a denunciar un hecho de violencia? ¿Cuál es el problema? ¿Qué la hace culpable? Esas personas no merecen ser agredidas. Esas personas tienen que ser cuidadas por los funcionarios del Estado".