La Cámara Penal confirmó ayer la prisión preventiva de Omar Guillermo y Omar Jesús Dal Lago, los ex policías que fueron condenados semanas atrás a 15 años de prisión por el homicidio de Michel Campero. Padre e hijo llegaron en libertad al juicio que comenzó en octubre pasado y tras varias jornadas de audiencia, el tribunal los condenó y ordenó la prisión preventiva hasta que se analice si el fallo queda firme. La revisión del encarcelamiento se realizó ayer, a la espera de la audiencia de apelación de la sentencia condenatoria, en la que los querellante del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) ya adelantaron que pedirán la prisión perpetua, teniendo en cuenta el voto en disidencia de juez Rafael Coria, que apuntó a que se trataría de un homicidio calificado por la función de agentes de la fuerza. Ante el petitorio de la defensa para que esperen el análisis del fallo de primera instancia en libertad, el fiscal Gonzalo Fernández Bussy y los querellantes Ricardo Lamas y Valentín Hereñú se opusieron. Tras escuchar los planteos de las partes, el camarista Alfredo Ivaldi Artacho confirmó lo resuelto por el tribunal del juicio y ambos seguirán presos. Michel tenía 18 años cuando fue baleado durante una persecución, tras el robo de la moto de uno de los entonces policías, que la noche del 6 de enero de 2014 estaban de franco.  Durante el juicio, el fiscal y la querella negaron que se tratara de un hecho cometido en legítima defensa y para el tribunal quedó claro que no hubo enfrentamiento, como habían alegado los acusados. "No llamaron al 911, ni fueron a la comisaría", sino que "Dal Lago (hijo) fue hasta su casa, le avisó a su padre lo que había pasado, buscaron sus armas reglamentarias y empuñándolas subieron a un auto en una búsqueda de aplicar su ley, su venganza", dijo el fiscal en aquel momento.