El ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, presentó en la legislatura un proyecto de ley de concursos y premios anuales a la actividad artística, que intenta “ordenar” y “hacer sostenible” lo que se conoce como Premios Municipales, sin consultar con las entidades que nuclean a actores, dramaturgos, escritores y artistas plásticos, entre otros, que se movilizaron este viernes en la legislatura porteña para rechazar “el avasallamiento de los derechos arduamente conseguidos”. Los cambios más cuestionados por la comunidad artística son el aumento de la edad mínima para percibir el subsidio mensual y vitalicio otorgado a los ganadores de los primeros premios en cada categoría, que pasó de 50 años a 60 años para la mujer y 65 para los hombres; se modifica el “factor hereditario” de la pensión, que ahora alcanza solo a los hijos discapacitados, cuando antes los cónyuges e hijos recibían un porcentaje después de la muerte del beneficiario; y el más sensible, vinculado con el artículo 32, es que la nueva ley establecerá que se descontará el subsidio mensual y vitalicio de cualquier tipo de jubilación que tenga el beneficiario, una inexplicable equiparación entre jubilación y premio.
Desde la Asociación de Artistas Premiados (APA), Nydia Sroulevich, artista plástica y abogada, señala que este proyecto de ley “quita el espíritu del premio”, que cuando se instituyó, en 1919, se lo resumía como “no dádiva que envilece, sino aliciente que conforta”. Pero lo más grave para la presidenta de APA es que el proyecto busca igualar un premio, obtenido a través de un concurso, con una jubilación. “Una jubilación no es un premio –aclara Sroulevich-. Una jubilación es un derecho adquirido después de muchos años de trabajo y aportes que la persona que trabaja hace. Siempre están quitando derechos. Si hubieran consultado, hubiéramos tenido una gran discusión”. El proyecto se trató a partir de las 15 en la Comisión de Cultura de la Legislatura, donde Juntos por el Cambio tiene mayoría. El presidente de la Comisión es Roy Cortina (partido Socialista, aliado al oficialismo). El proyecto lleva las firmas del ministro de Cultura, Enrique Avogadro; del ministro de Hacienda y Finanzas, Martín Mura; del jefe de Gabinete Felipe Miguel, y del jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta. Está previsto que sea votado en la última sesión legislativa, el jueves 9 de diciembre.
Desde el ministerio de Cultura dicen que “buscan subsanar una situación que se viene arrastrando desde el 2012” y que quieren una ley que tenga “la legitimidad necesaria” para que los premios sean “transparentes y sustentables”. Se refieren al atraso en las convocatorias bianuales que son responsabilidad política de la gestión del oficialismo, que gobierna la ciudad hace 14 años, desde diciembre de 2007. En cuanto a la legitimidad, no hubo debates previos con las distintas entidades y asociaciones de artistas. “Cada asociación vela por los intereses de sus respectivas comunidades –añaden fuentes del ministerio de Cultura que trabajaron el proyecto-. Si me preguntás si hubiésemos podido convocarlos desde el momento cero, sí, por supuesto, pero la idea es mirar para adelante, que no se vuelva a frenar y arrastrar un problema que hasta hoy se tradujo en 7200 obras esperando por ser resueltas. Que haya un punto que justamente sea discutible, criticable, no invalida todo el resto”.
Antes de fin de año prometen anunciar los ganadores de los premios municipales adeudados, que suman un total de 9 convocatorias y 200 premiados en las distingas categorías. Dentro de ese conjunto se incorporarán 99 nuevos beneficiarios al subsidio vitalicio, equivalente a dos jubilaciones mínimas, según establece la legislación vigente, que hoy es de 57 mil pesos. A partir de 2022, en caso de aprobarse el nuevo proyecto, los premios literarios no serán más bianuales sino anuales con montos actualizados de 500 mil pesos para el primer premio, 200 mil pesos para el segundo, y 60 mil para el tercero. Se sacaron varios premios; en literatura no habrá más reconocimientos como el Eduardo Mallea y el Ricardo Rojas, y también en dramaturgia, que tenía tres premios y quedaría solo uno: obra estrenada, en detrimento de obra inédita y mejor obra de teatro para la niñez, que fueron eliminados.
Adriana Tursi, integrante del consejo de Teatro de Argentores, no objeta que los premios pasen a ser anuales, pero sí que quiten el de obra inédita y mejor obra de teatro infantil. “Este premio, que era un estímulo, se daba a los 50 años y ahora lo llevarían a los 60 y 65 años. ¿Para qué hacen esto? Porque vinculan el premio a las jubilaciones. Si yo tengo una jubilación mínima de 20 mil pesos, este subsidio está atado a una categoría municipal que ahora es 57 mil pesos, entonces ellos restan al premio lo que yo cobro por jubilación, con lo cual para entregarte ese premio se valen de la caja de la Anses. ¡No pueden mezclar así; deja de ser un premio estímulo a la producción artística!”. Tursi revela que el miércoles 1 de diciembre citaron a Argentores y la Asociación Argentina de Actores para una “mesa de diálogo”. “Dijimos que algunas cosas podemos acordar, pero no emparentar el premio a las jubilaciones. Tomaron nota y nos dijeron que iban a seguir dialogando. Nos engañaron; ahora están presentando el proyecto en la legislatura”, resume Tursi y agrega: “El argumento de la Ciudad es que el gobierno nacional le sacó la coparticipación y tienen que hacer recortes. Hace ocho años que venían sin pagar los premios y tenían la coparticipación; están echando mano de un premio histórico, de mucho peso para los artistas”.
La Unión de Escritoras y Escritores también rechazó el proyecto presentado por Avogadro porque “no fue consultado con las organizaciones representativas del sector y pretende instaurar nuevas normas que violan derechos adquiridos durante décadas y lesiona el diálogo institucional, pasando por alto principios constitucionales”, plantearon en un comunicado en el que critican el aumento de la edad necesaria para ser beneficiarios y que se lo vincule con otros beneficios, “pretendiendo que se descuente el monto del premio del cobro de haberes jubilatorios”. La Unión de Escritoras y Escritores solicita a los legisladores “que se abstengan a tratar el proyecto que fue enviado apresuradamente” y propone al gobierno porteño “generar una mesa de trabajo y diálogo con todos los sectores de la cultura involucrados”.
Alejandra Darín, de la Asociación Argentina de Actores, estuvo en esa reunión, el 1º de diciembre, y advierte que “no nos dijeron que lo iban a presentar hoy”. Para la actriz el nuevo proyecto es “un recorte al magro presupuesto que se asigna a cultura”, que no afecta solamente a los actores sino a músicos, artistas plásticos, escritores y autores teatrales. “Nos cayó como un balde de agua fría”, confiesa Darín. La presidenta de APA, Sroulevich, concluye: “El ambiente de la cultura está muy convulsionado. No entendemos por qué este recorte, que para el gobierno de la ciudad no sería ni un vuelto de las veredas que destruye, aunque estén bien, y que vuelve a construir. No entendemos cuál es el recorte que quieren hacer, como si estos premios fueran la cuestión más grave de la economía de la ciudad. El diálogo sería fundamental, pero no les interesa demasiado”.