“Somos viejos, no peligrosos”, gritó una mujer con voz temblorosa mientras corría entre el humo y el caos. La escena se repite cada miércoles: cientos de jubilados se congregan frente al Congreso para reclamar lo que el Estado les niega -una jubilación digna, medicamentos gratuitos, tratamientos médicos y el fin del vaciamiento del PAMI-. Pero esta vez, la respuesta fue más violenta que de costumbre.
Balas de goma y violencia policial
Marcha de jubilados: represión policial, balas de goma y siete detenidos frente al Congreso
Reclaman aumento de haberes, medicamentos y rechazan el ajuste del gobierno de Javier Milei. Algunos manifestantes fueron marcados con pintura para ser identificados.

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