La historia de The Beatles parece no tener fin, siempre se escribe una nueva página que pone todo patas para arriba. El acontecimiento anterior tuvo lugar allá por 1995, cuando se anunció que volvían, incluso con John Lennon que llevaba 15 años muerto.

El proyecto Beatles Anthology llevó adelante un relevamiento de la obra de The Beatles, con muchísima música inédita, pero no solo eso. Por primera vez pudimos escuchar de forma oficial versiones de canciones clásicas con arreglos muy distintos y la frutilla del postre: dos canciones de John Lennon inéditas e incompletas que fueron terminadas por George, Paul & Ringo. Tal vez la primera reunión virtual de la historia del rock. En ese momento, gracias a la magia de la tecnología y al trabajo de Jeff Lynne toda una generación de pibes que llegamos solo para la hora de la nostalgia, pudimos sentir lo que era “Escuchar lo último de The Beatles”

Para Beatles Anthology se armó un guión en el que los propios integrantes del cuarteto más famoso de Liverpool nos contaban por boca de ellos cómo fue la historia. Para esto se entrevistó a los tres Beatles vivos y se buscó todo el material fílmico y sonoro de John Lennon.

Se editaron un libro, tres discos dobles (o sea seis CDs) y un film en VHS (luego DVD) que, siguiendo un orden historicista, nos ponía en blanco sobre negro qué fue lo que pasó y cómo fue que pasó.

Hasta aquí los “bitleros” repetíamos una y otra vez que la separación de los Beatles fue horrible, que Yoko Ono, que Paul y John se pelearon y todos vimos la película Let it be de 1970 dirigida por Michael Lindsay-Hogg, donde Paul discutía con George por un breve solo de guitarra en la canción I've Got a Feeling.

Let it be fue lo último. El álbum se editó en 1970 y puso el fin. Cada uno de los integrantes siguió su camino solista. 

Uno no tenía porqué dudar y mucho menos tenía porqué saber que en realidad Let it be no fue lo último. Para colmo de las confusiones, el McCartney de barba de Let it be se parece al McCartney de barba de su primer álbum solista, justamente llamado McCartney. O las fotos son del 69 o Paul se afeitó y luego se dejó la barba nuevamente.

En las ediciones oficiales uno ve Abbey Road 1969 y Let it be 1970. Luego los cuatro editaron sus discos correspondientes. Pero fue al revés. El disco Let it be se grabó antes que Abbey Road. El proyecto inicialmente llamado Get Back comenzó como un especial de TV, luego un documental… luego un disco y luego nada. Todo quedó abandonado (aunque el documental salió más tarde y el disco que pasó a llamarse Let it be también se editó).

El sueño terminó y a otra cosa mariposa.

Sin embargo, como dijimos antes, la historia parece no tener fin y hoy, 52 años más tarde, a los muchachos se les ocurre recuperar todas esas horas de filmación (me pregunto: ¿será el primer reality de la historia?) y decirle a Peter Jackson, especialista en mega proyectos, que haga un documental con ello. 

Peter Jackson no solo lo hizo, si no que reescribió la historia y lo pudimos ver por Disney+ (y aún está allí). Y resulta que las peleas no son tales (bah, si a eso le llaman pelea será porque no conocen a mi familia. No sé, tal vez los ingleses peleen de ese modo). Se dijo que hasta se fueron a las manos, pero ellos mismos en el documental nos muestran que eso es mentira. Y que la prensa ya por aquel entonces tenía el vicio de inventar.

Resulta que Lennon y McCartney se amaban y en la película se ve. Resulta que George pega un portazo y se va… y después vuelve. Resulta que son seres humanos y no llegaban a los 30 años de edad. Como dicen en España: eran unos críos.

Resulta que no solo está Yoko Ono, si no que están Linda Eastman, Pattie Boyd y Maureen Tigrett, las compañeras de Paul, George y Ringo respectivamente. Y resulta que Yoko agarra el micrófono, Paul la batería, John la guitarra y se divierten. Y resulta que ahora vemos cómo ellos trabajaban. Lo vemos a Paul componiendo Get Back y escribiendo la letra de Let it be (ya con eso solo debería explotar el universo). Lo vemos a Lennon creando las voces y diciendo que no alcanza ciertas notas agudas. Está George mostrando una canción que “escribí anoche” –dice– y es nada más ni nada menos que I Me Mine.

Pero, además, Let it be no fue el final. Después de esto los muchachos grabaron uno de los mejores discos de la historia de la música pop: Abbey Road.

A título personal, y perdón la autorreferencia, estoy maravillado. Simplemente no puedo creer. Un amigo me dijo: "Van a tener que inventar una nueva categoría en la entrega de los Oscars". Pienso que sí, que esa categoría debería ser “Regalo a la humanidad”. Así de increíble es el documental.

Esto es algo para toda la vida. Es para verlo, analizarlo, comprender la dinámica de una de las bandas más grandes de la historia y aprender. Todos los que somos músicos y tuvimos alguna vez una banda de rock, sin duda, al ver este documental nos sentimos identificados. Ellos trabajaban como nosotros. O mejor dicho, nosotros como ellos. Escribían sus canciones, las cantaban, las tocaban, las grababan, discutían… eran felices.

Los Beatles nos dieron un lugar. Nos enseñaron cómo hacerlo. ¿Cuántos músicos confesaron haber entrado en el asunto por los Beatles? Sting, Peter Gabriel, Charly García, Luis Alberto Spinetta y una lista de etcéteras interminables.

Los Beatles fueron un cuello de botella. En ellos se escucha el pasado y el futuro, y Peter Jackson nos lo mostró como nunca antes lo habíamos visto. Tenemos la oportunidad de ver la cocina y ver cómo preparan la comida. Nuevamente The Beatles nos regala alegría, nos regala amor, pero por sobre todas las cosas nos impulsa una vez más a seguir creando.

No arruino ninguna sorpresa si cuento aquí que emociona ver el final, cuando ellos suben y dan el concierto en la azotea. Uno ve en el film a la gente pasar por Savile Road 3, el edificio de Apple, y dan ganas de viajar en el tiempo a decirles: ¡Están tocando Los Beatles y es la última vez!

Una señora se queja porque la despertaron de su siesta (¿quién pudiera despertar así?) y siento la necesidad de decirle: "Señora… son Los Beatles… usted tiene el privilegio de escuchar el ultimo concierto de la historia, la humanidad no volverá a tener la posibilidad de escucharlos en vivo nunca más". Pero ella no lo sabe. A ella le molesta el volumen.

Muchos escuchan desde abajo. Un señor los elogia con palabras únicas: "Son invencibles. Cantan bien. Tocan bien. Son fantásticos". Una señora declara que su Beatle favorito es Ringo, mientras otro dice: "Es bueno ver algo gratis, nada es gratis en este país". 

También dan ganas de decirle a John Lennon: "Fíjate que Allen Klein no es tan fenomenal como crees. Te va a joder ni bien pueda". George busca una palabra que no encuentra para su canción llamada Something, y es una palabra que nosotros ya sabemos y nos desespera que no la encuentre. Pero ya la encontrará y la canción saldrá en el próximo LP, sí, ése en el que están cruzando la calle. Y será un éxito que cantarán hasta Elvis y Frank Sinatra. Y Harrison también grabará todas sus composiciones que se le han ido acumulando. Y será un éxito sin precedentes en su vida.

Pero para todo eso falta. Ahora estamos en 1969 y ni siquiera el hombre pisó la luna porque es 30 de enero. Los Beatles están congelados en la azotea, mientras otros dos testigos, dos jóvenes policías, ni siquiera quieren detener el concierto, solo quieren que bajen el volumen. Que ganas de decirles que vayan afuera a ser testigos de un hecho histórico, único e irrepetible. ¿Vivirán aún esos policías? No lo sé, pero sus nietos hoy deben estar viendo a sus abuelos no pudiendo frenar la historia.

La vida no es ideal, y la historia de The Beatles es como nuestra propia historia, así de mágica, así de complicada, así de bella. Se los ve tan jóvenes, tan felices… saltando y bailando que contagian. Uno se siente joven, feliz y con ganas de bailar.

Los Beatles no lograron arreglar el mundo, pero nos lo dejaron mucho mejor y siempre que alguien agarre una guitarra y quiera “sacar una de los bitles” ellos estarán volviendo. Los Beatles siempre están llegando… siempre están volviendo.

“Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio… ¿Cuándo? ¿Pero cuándo? Si siempre estoy llegando”. All you need is Get Back.

Gracias por volver, acá los estábamos esperando.