Felipe Solá, el excanciller a quien Alberto Fernández echó del gobierno tras la derrota de las PASO de septiembre, dijo esta noche que se sintió golpeado al ser notificado de su salida a través de un mensaje de WhatsApp. Y que en algún momento, tendrá que hablarlo con el presidente a quien sigue considerando como amigo.

Por primera vez, en 20 años, Solá hace dos meses y medio que está en el llano de la política. "Al principio sentí un golpe porque me echaron sorpresivamente. Yo pensé que no estaba en ninguna lista. Desde el 87, estuve en cargos altos: secretario, gobernador, vicegobernador".

"Me callé la boca porque tengo muy claro de qué lado estoy y venía una elección muy difícil, un desafío tremendo", manifestó Solá en Identidades. "Y ahora sigue habiendo algo muy importante en juego, que es la gestión de estos próximos dos años y la posibilidad de remontar camino", sostuvo.

También contó que Fernández estuvo 50 días sin hablarle, siendo todavía Canciller, cuando dejó trascender una charla Joe Biden, antes de que este asumiera con presidente de los Estados Unidos. Y que no tener contacto diario entre un Canciller y un presidente, no era el esquema ideal.

Solá también afirmó que "este gobierno logró un arranque industrial muy importante, sobre todo en el sector formal", pero que cuesta "volcar eso a la gran informalidad de la Argentina, en la economía de la calle".

Cristina Fernández de Kirchner

Sobre su relación con la vicepresidenta Cristina Fernández aseguró que antes de asumir en la Cancillería la vio tres veces y una después, ya en la Cancillería. "Me emocionó porque no nos veíamos. Había habido un alejamiento mío y problemas. Y me emocionó encontrarla de nuevo. Que fue el 1 de agosto de 2018", contó. Y sostuvo que no intervino en su reemplazo. "No tenía problemas conmigo. No era responsable política mía", afirmó.

Sobre las cartas que publicó la vicepresidenta dijo: "A mí me parecieron muy buenas para aclarar las cosas. La carta anterior resolvió un problema. A mí me costó el cargo de rebote, pero resolvió el problema del antagonismo de esa semana y apareció un nuevo gabinete. Ya no hubo más conflicto". Y con la segunda carta, "Cristina aceptó más rápido que el presidente la derrota de las PASO".

De la renuncia de los ministros evaluó que "fue un momento difícil y complejo, si se le puede llamar violento si se quiere, pero era poner sobre la mesa el tema de cuál es la consecuencia de las PASO, cuál es la consecuencia, qué dijo la gente, cómo interpreto lo que dijo la gente".

Deuda externa

"El problema de la deuda que limita los grados de libertad para concebir un plan de desarrollo argentino", aseguró el excanciller. Porque no se puede hacer un plan si la negociación no está cerrada: "Hay un crecimiento industrial inteligente, pero no hay un plan de largo plazo de desarrollo. Ahora se anuncia uno plurianual que va a ir al Congreso. Va a ser previo a firmar con el Fondo y que ojalá sea coherente con lo que se consigue con el Fondo", sostuvo.

"Los del Fondo Monetario son explícitos y además son condicionamientos que han generado situaciones desastrosas en muchos países. Tampoco hay que creer que un swap con China o que ayude de Rusia no tiene condicionamientos. Son alternativas a la negociación con el Fondo, de la misma manera que se han conseguido logros respecto de las facilidades extendidas", sostuvo.

Relación comercial con China

Según Solá, sobre las granjas porcinas, explicó: "China tiene una demanda muy alta de carne porcina procesada. "La carne porcina procesada es un alimento para las personas y, por lo tanto, tiene un valor muy superior a exportar cerdo o media res de cerdo. Por lo tanto, es un producto industrial. Tiene un precio importante para que entren dólares", detalló.

"Con el presidente vimos que firmar un acuerdo no tenía sentido porque irritaba a una parte de la población. Ahora, la demanda china sigue. Y los industriales de la carne, del cerdo, le van a vender a China igual. Los empresarios van a producir más carne de cerdo, con mayor agregado, de mayor calidad. El acuerdo está cancelado por ahora", sostuvo.

Con miras a 2023

"Es una opinión materia que política. A mí políticamente no me gustan las PASO. Pienso que obligan a un financiamiento extra de los partidos políticos y la gente cuestiona mucho el financiamiento de los partidos políticos. En segundo lugar, se convierte en una primera vuelta y es negativo", analizó Felipe Solá.

"Vamos a un Frente más amplio, más moderado y más seguro de lo que quiere la Argentina. Vos no podés seguir haciendo política sin tener conciencia del debilitamiento de la política en general y como crecen políticamente lo que se tiran en contra política, que es la gran trampa. Y no hay que pisar el palito", advirtió.

En cuanto a Máximo Kirchner, definió: "Está más alto que yo. Más flaco que antes. Más maduro. Más jefe político que hombre de Estado".